Aunque suena a una metáfora, y bien que podría serlo, para mi es mas que eso, creo ser realmente un hijo del Sol y de la Tierra.
Si para mi el Universo Infinito es Dios, entonces todo aquello contenido dentro de él son parte de él. Todas esas partes podrían ser sus hijos que conformarían la gran familia del Universo. De esa misma manera nuestras células, moléculas y átomos son partes de nuestra integridad, de nuestro propio modelo de Universo. “Conócete a ti mismo y conocerás el Universo” (El Kybalion)
El Sol es uno de esos hijos generosos. Su calor es tan intenso que su poder de atracción hace que otros miembros de esta gran familia Universal quieran caer en sus brazos, pero giran y giran como satélites, agradecidos de recibir algo de esos rayos sobre sus superficies. De la misma manera en que a mi me dan ganas de estar junto aquellas personas que también emanan ese calidez tan seductora e invitadora a girar y girar a su alrededor, tratando de aprender a ser como ellos. Entonces todo se convierte en aprendizaje, estar cerca para aprender para ser parecido. El Sol para mi es mi Mesías, es el hijo del Universo que nos Ilumina, nos entrega su calor, nace, vive, muere y resucita todos los días, mostrándonos ese ciclo que se repite en todo lo que vemos alrededor.
Y la Tierra, que ha tenido el privilegio de haber quedado ubicada en ese lugar increíblemente preciso, en el que en combinación con los rayos solares y su fertilidad “virgen” engendro vida sobre su corteza. Ella es mi Madre, me contiene, me da de comer, de respirar y es tan generosa que hasta creo un Paraíso Terrenal para que mis cinco sentidos evolucionen a partir del goce y de la conciencia del privilegio de estar vivo. De ser un hijo del Sol y de la Tierra, que nos son mas que hijos del Universo.
Ese es el único milagro de mis creencias, casi inexplicable. Como un minúsculo pedacito de Universo encontró la perfecta distancia con otro hijo y entre los dos, sin tocarse físicamente mas que con sus rayos calidos, surgió la VIDA! Y comenzó el viaje de la evolución de ese milagro de vida.
En distancias recorridas por la tecnología actual de la NASA, no se han encontrado planetas como la Tierra. Entonces mas allá de la desconocida existencia o no de otros planetas con vida inteligente, es para mi indiscutible que La Tierra es un Oasis en el medio del desierto astrológico que es el Universo, un lugar paradisiaco, en el que los que transitamos por ella somos realmente privilegiados de poder vivir esta experiencia, tal vez única.
Para los Indios Americanos, El Tata Inti y La Pacha Mama !!!
Ese es el modelo a seguir, alcanzar tal vez en años de evolución de nuestra especie a parecerse a esos dos Astros, que sin juntarse físicamente nos muestran como a través de su atracción (Amor para el Poeta) dieron luz a un montón de hijos entre ellos nosotros.
Del Macro al Micro, del Universo a nuestro sistema Solar. Todo conectado, todo está ahí, solo hay que pensarlo así. Y lo mejor de todo es que es real y no ficción. No necesitamos la “Fe” ya que cualquier pregunta tendrá su respuesta real y la que no, nos dejara ese campo misteriosos de la duda, tan necesario para seguir preguntándose mas y mas y mas…. ;0)
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