sábado, 29 de marzo de 2014

Decisiones

Uno de mis trabajos es la jardinería. Desde temprana edad me atrajo siempre la tierra y sus habitantes, sean del reino vegetal o animal. Germinaba semillas y luego observaba el proceso de crecimiento de la planta hasta que daban sus frutos. Una vez de niño, germine un maíz y lo plante en un apartado del jardín de mis padres. La planta creció pero dio sus choclos en verano que era la época en que nos íbamos de vacaciones y yo no le pude dar la atención necesaria con lo cual al regresar encontraba a la planta casi seca y sus choclos todos atrofiados. El mero hecho de saber que algo que yo había germinado había dado sus frutos me fascinaba y me dejaba pensando en que la vida de uno es muy parecida a la de una planta en el sentido de que dependiendo del cuidado, alimento y agua que recibamos como será nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros frutos. Hasta podría filosofar con respecto a eso y afirmar que casi todo lo que hacemos depende del cuidado que le dedicamos. Y así como uno aprende a cuidar una planta puede también aprender a cuidar sus afectos. Todas las semanas debo cortar el césped para que este crezca con más fuerza y quede como una alfombra verde hermosa y esponjosa. Desde la primavera y todo el verano crecen unas flores hermosas de los tréboles que habitan entre el pasto. En la foto se pueden ver son muy lindas y pintorescas, podrían fácilmente haber sido inspiración de Monet.
Lamentablemente si quiero que el pasto quede parejo debo cortarlas. Acá viene la decisión: ¿Dejo que las flores sigan mostrándose hermosas sobre la grama verde, o las corto en pos de un césped parejo? El jurado siempre llega a la misma conclusión: “El pasto debe quedar bien corto.” La alternativa seria dejar esa zona sin cortar, pero estas son flores que aparecen en distintos lugares, sin un padrón, así que el césped quedaría estéticamente feo, pero con lindas flores. El famoso “sentido común” siempre queda del lado del césped. Algo parecido pasa con las babosas, los caracoles, las hormigas y los bichos topos. Para ellos yo soy un exterminador impiadoso, para las plantas su salvador. Decidir que es lo que uno, u otro necesita, a veces son decisiones difíciles de tomar. Y algunas veces en esas decisiones algo, o alguien sufre. Decidir sobre temas importantes es una de las tareas mas complicadas en mi vida. Para cada decisión armo en mi mente un jurado imaginario en donde de un lado esta la parte querellante, en el otro el o los acusados, y en el medio el juez, o mas complicado aun un jurado de muchas voces. Busco ensayar varias alternativas y trato de elegir la que menos daños colaterales ocasione. Me ha pasado en mi vida que he tenido que tomar decisiones muy difíciles, en algunas he quedado herido y en otras he dejado heridas emocionales en otros. Una vez escuche: “hay veces que hay que hacer un mal para evitar uno peor”. Esa frase que al escucharla por primera vez me dio escalofríos, me llevo a pensar en que situaciones se la justificaría. Encontré varias en mi propia vida y luego observe que en nuestra sociedad es algo bastante común. Tomar decisiones que dejan a unos felices y a otros tristes. Algunos ejemplos podrían ser la tala de árboles indiscriminada para construir edificaciones. O poluir los ríos con desechos de productos necesarios para el hombre de ciudad. En las relaciones humanas muchas veces se debe tomar distancia de personas muy queridas para darles el espacio y tiempo necesarios para que resuelvan cuestiones personales. Kahlil Gibran decia en un poema: "si amas algo déjalo libre, si vuelve es tuyo si no, nunca lo fue". Pero lo difícil, lo que nos quita el sueño es decidir, elegir. Que es lo correcto, que esta bien y que esta mal. Cito a Shakespeare ahora: “No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.”

sábado, 8 de junio de 2013

Y hoy medio siglo...

Hoy cumplo los 50. El medio siglo, puff. Los números dan una sensación de mucho tiempo. Por otro lado tengo una sensación que traigo desde mi infancia de que estoy parado en un mismo espacio atemporal en el que voy creciendo como podría ser un árbol y me van pasando cosas. Cosas que despiertan mis sentimientos y dependiendo de la sensación “térmica” de cada uno de ellos, sin juzgarlos, solo aceptándolos como propios de mí ser, los escucho, los miro, los huelo, los toco y los pruebo. Luego mi mente abstracta, fantasiosa, creadora, paranoica, flexible, inflexible y tantas variantes posibles e imposibles, pinta cuadros, inventa músicas, comidas, relaciones y amores buscando el “sentido”, la dirección hacia el placer hacia el goce. Y si la sensación térmica es de un gusto amargo o feo bajo el mismo proceso de experimentar la vida como un ejercicio de expansión, exhalo la emoción en llantos, enojos (que por lo general en mi son los excesos de la tristeza), los descargo para que una vez fuera de mi ser pueda procesar lo vivido y entender por que causa llegue a ese efecto. Y corregir el camino a través del sentido de los sentidos, valga la redundancia. A mis 50 creo en la libertad de expresión. Creo en el llanto y en la risa. En el vuelo del Águila dicen los indios, libre como un pájaro Lennon, por mencionar algunos de los que dejaron legados en pos de una sociedad mas libre, mas relajada, menos lógica y más intuitiva. Aunque es una combinación de ambas. Nuestros legados son nuestros hijos, en ellos se refleja quienes somos. En ellos aparecen los cambio que tal vez nosotros no pudimos o quisimos transitar porque uno pone su techo, o no. Nuestras plantas y animales son un primer ensayo de lo que nos espera como forjadores de un mundo que evoluciona. Sus flores, sus pelajes, su energía, su devolución en fin, todas señales. Señales que están para que nuestros sentidos nos guíen y podamos mejorar nuestra relación con lo que nos rodea. A los 50 puedo afirmar que en mi lo único verdadero, real e indiscutible son mis sentimientos y la muerte. Ellos existen y están porque son algo inevitables. La muerte me da la certeza del fin, mis sentimientos me guían para que en mi Presente (latín: Regalo) pueda inhalar y exhalar en paz disfrutando de cada sensación, aun de las amargas que están para que uno se fortalezca y siga evolucionando. Gracias a todos los que intentan o están en ese Presente, en ese Regalo tan privilegiado que es estar vivo. Para mi, somos todos compañeros de la dicha de estar vivo, creo que hay muchas cosas por cambiar, creo en el cambio, y tengo mi Fe puesta en todo lo que me rodea. La vida es atemporal en el ahora y el paraíso tan deseado se hace realidad. Un abrazo lleno de Amor para todos y gracias por tanto afecto ;) PAZ, LUZ Y AMOR Alfred PD: minimamente voy por 50 mas ;)

lunes, 21 de enero de 2013

La Edad Del Sol - Soledad

Edad del sol…. Si claro que es una edad que nunca termina. En todos estos años sigo siendo regido por el Sol. Creo que estamos todos directamente afectados por la atracción al Sol, al calor, al Amor. En mi concepto de Amor el calor es la fuente más generosa y hasta diría la única. Una palabra calida, una caricia calida, una mano calentita, una comida caliente, un abrazo calido, una bañadera calentita, los rayos del sol sobre la piel, el efecto del calor del sol en la tierra y se me ocurrirían infinidad de cosas que con su calor nos dan una sensación de placer, de Amor (para mi). Entonces cada vez que puedo, miro al Sol, siento sus rayos, entrecierro los ojos y oh…! Se me aparece hasta la famosa cruz con su hasta mayor clavándose en la tierra. Y ese efecto óptico inspiro desde siempre al hombre para representar con ese símbolo a sus Avatares, a sus Dioses e hijos. Que casualidad! El Sol!!Fuente de Energía!
Y ahí es donde ese calor, esas sensación de calidez la siento en mi cuerpo en mi integridad y me digo: “yo quiero ser como el Sol, que quieto en su lugar solo quema su energía y da calor, y sus rayos atraen planetas y asteroides a que quieran estar cerca de él girando enamorados de esa atracción. De ese Amor (Calor). ¿Es lo que quiere el Sol atraer? No se, pero lo que si se es que el solo quema y los planetas quieren estar cerca de ese calor, ese Amor! Algo así como simplemente: SER LO QUE UNO ES y eso solo es suficiente para atraer planetas. Una cuestión hasta física, nada de Budoo, ni de Macumba, ni delirios Místicos, solo Física, las moléculas se agitan, se excitan, producen calor y ese calor atrae “cosas” que uno luego se hará o no cargo. Nuestra energía, nuestro temple estará directamente afectado por nuestras creencias y nuestros pensamientos (casi sinónimos). Y en ese hacerse cargo, uno evoluciona porque aprende a conocerse, manejarse, dirigirse y controlar esa energía. Tenemos una ventaja: El Sol esta quieto en un lugar, nosotros podemos movernos. Pero si uno no conoce su calor, su energía, su Sol, al contrario lo niega porque en esta sociedad fría, el calor solo sirve para calentarse los huesos en invierno, o cocinar, nos convertimos en parias buscando algún significado de la palabra Amor que cada vez se hace mas complicada y distante de la simpleza del calor, calidez de un hogar. Nuestro hogar interno, nuestro propio Universo, que luego se proyecta al de afuera. Y todo lo que es adentro de uno esta reflejado afuera, cabe a cada uno si le da bola a las señales que ahí están para conocernos. Y como sabiamente se dice en el Kibalyon: “Conocete a ti mismo y conocerás el Universo”
La edad del sol significa para mí, que el Sol (calor) nos rige. Y en este plano en el que vivimos estamos todos afectados por esa poderosa y atractiva energía. Hasta los insectos vuelan hacia el calor. La Felicidad es Simple es un estado de consciencia lo que es difícil es ser Simple. ¿Cuantos estamos dispuestos a probar tan solo una de las consignas que John Lennon propone en su canción “Imagine”? Canción que emociona hasta las lagrimas, y que en lo personal he conocido muy poca gente a mi alrededor que intente tan solo una de sus consignas. ¿Por qué nos cuesta probar lo que nos emociona escuchar? Tal vez miedo a cambiar y perder lo que uno tiene a su alrededor, lo que uno atrajo en su momento pero ahora se perdió el magnetismo inicial. Y en ese momento en vez de reacomodarse, cambiar, o mas triste aun separarse, nos aferramos a lo que sabemos ya no nos hace feliz. Alexander Lowen escribió un libro cuyo titulo es: “Miedo a la Vida”. En es libro nos plantea que el verdadero miedo no es a Morir, sino a la Vida misma. Miedo al goce. Entonces como en una gran tela de araña elegimos permanecer quietos esperando la victimaria Muerte. Algunos optaran por cree en la vida después de la muerte y eso los hará sentirse esperanzados, con la promesa de una vida “libre” y “feliz" donde nos encontraremos con TODOS nuestros seres mas queridos en una gran fiesta de Amor incondicional. ¿Por qué no hacemos esa fiesta hoy mismo, aquí, con los que estamos, y los que se fueron los recordamos logrando darles vida en cada recuerdo? Y si después hay otra, que mas, festejaremos también.
Otros más realistas que no desean creer en un mundo pos muerte, negaran su quietud con otro tipo de adicción, mas realista como el cigarrillo, o cualquier tipo de drogas pesadas o livianas que los mantendrá lejos de su presente calmando su ansiedad de la incertidumbre. Todos trataremos de entretenernos para que no nos moleste la inercia, la no producción de calor. Drogas y Religiones ¿Mal? No, son necesarias para muchos, sino solo quedaría esperar a la Araña y eso seria terrorífico y horrible. Lo que creo yo hace daño es la adicción no el permiso. Estar en contacto con nosotros mismos, sentir nuestro sol interno, esa llama que quiere crecer y que la mente a veces miedosa quiere apagar, reprimir. Yo aprendí que no se trata de reprimir sino de controlar. Ese calor interno, ese Sol quiere quemar y a veces cuando es muy fuerte e intenso, hasta lastima. Es como la Tierra que encontró el lugar perfecto de cercanía con el Sol para explotar en Vida, no tuvo la misma probabilidad Mercurio o Júpiter, solo la Tierra. Sin ser tocada, más que por los rayos del Sol exploto en vida. Analógicamente podría decir que La Tierra, nuestra Pacha Mama, es como una Virgen Inmaculada y el Sol su Padre celestial. Yo creo que nosotros los seres humanos somos iguales, hay que encontrar nuestra llama, nuestro Sol y aprender a dejarlo iluminar, calentar, atraer a quienes tengan ganas de estar rotando cerca y dejar el espacio ideal entre uno y el otro para que (si son una pareja) ambos roten alrededor en una armonía de calidez y atracción mutua (esa es la parte difícil). La Pasión es la que nos lleva a expandir ese calor. Sin pasión quedamos encendidos hasta ahí no mas, pero la Pasión también hay q saber controlarla porque sino nos quema y quema a otros. Es esa energía poderosa que explota en llamas y que si no la controlamos puede hacer que nos quedemos solos, por que daríamos temor a incendiar todo a nuestro alrededor.
¿Qué descubrí yo para controlar el fuego? Con la respiración, tantos años de canturrear y enseñar ese arte, me di cuenta que respiro a mi bajo abdomen (la Panza) casi las 24hs del día, y eso hace que yo este tranquilo, casi sin ansiedades, registrando lo que siento a cada instante alrededor mió y haciéndome cargo de los sentimiento que siento. Sea un sentimiento desagradable o agradable, el me va marcando la temperatura de mi vida. Si es uno desagradable, no lo niego, lo escucho, lo lloro, lo grito, golpeo la bolsa (de box) canto un par de canciones, pero no lo niego llevando la respiración alto en el pecho y diciéndome: “eso esta mal, no debería sentir eso que jodido que soy”. Al contrario, si lo siento por algo es. Mis sentimientos y mi muerte son mis UNICAS VERDADES ABSOLUTAS. Los sentimientos me dicen como estoy, como me siento, me marcan por donde transitar, si hay algo que debería investigar en mi química que anda derrapando. Y la Parca (muerte) me dice:”¿Hey! Alfred! Acordate que yo llego, te vas hacer ahora cargo de lo que sentís, o vas a esperar a ultimo momento?” ¿Que quiero atraer si reprimo mis sentimientos verdaderos y me muestro de una manera “aceptada” y mentirosa?. Mejor me hago cargo ahora (en el Presente), porque si no existe un Barbudo arriba abre desperdiciado el privilegio de estar vivo, de Dar y Recibir calor AMOR!Y si existe un Barbudo me recibirá con un gran abrazo por haber elegido hacerme cargo de mi vida disfrutándola a pesar de esos sentimientos que a veces nos quiebran con gran dolor. Entonces una de mis “recetas” para andar más o menos tranquilo y feliz por la vida es esta: Respiro a la panza lo mas que puedo para registrar lo que siento, si me siento bien ahí, me quedo, si se mueven las aguas tomo el timón para navegarlas hasta llegar algún puerto. A veces se tarda en ver alguna luz en la costa, otras cuesta menos. Pero siempre guiado por mis sentimientos y mi mente que intentan sabiamente darme un sentido hacia el calor. Ojala encuentres algún sentido en esto que no es mas que mi forma de vivir. Alfred;)

martes, 26 de abril de 2011

El Presente


PRESENTE:
-Que está en un lugar al mismo tiempo que otra persona o en el momento en que sucede alguna cosa.
-Que está o existe en un lugar determinado.
-Que ocurre o existe actualmente.
-Regalo o cosa que se da voluntariamente en señal de agradecimiento o afecto.

Está, ocurre, existe, regalo…

Es hasta el día de hoy que muchas veces me encuentro haciendo algo de una manera veloz. Por ejemplo, los otros días estaba con mi hija y algunos amigos en la terraza de mi edificio disfrutando del sol otoñal cuando mi hija me pidió que le trajera su botella de agua que se encontraba en nuestro departamento en la planta baja (el edificio es antiguo y tiene tan solo dos pisos).

Baje las escaleras, entre al departamento, tome la botella y nuevamente comencé a subir. Mientras lo hacia note que me estaba apurando. Inmediatamente me cuestione esto: “¿Para que estoy corriendo? ¿Porque estoy tan apurado?”. Aminore mi marcha y la respuesta vino sin mayores titubeos: “Te estas apurando para llegar rápido arriba y seguir disfrutando de la buena compañía allí en la terraza y no perderte nada de ese momento bello”.

Ahora porque ese apuro. Nadie de los que estaba allí estaba ni apurado, ni con ganas de irse, ni el sol dejaría de brillar por las próximas 4 o 5 horas. Tampoco yo me desmaterializaría. Sentí mis pulsaciones y estaban aceleradas. Estaba sumamente ansioso. Al aminorar mi marcha se sereno mi corazón y la ansiedad desapareció. Solo quedo el grato sentimiento de que estaba viviendo algo lindo, ese sentimiento que hace que uno se de cuenta de que esta vivo. Subía ahora las escaleras a un paso natural y todo se potenciaba. Me sentía presente, feliz y dirigiéndome a un buen lugar.

Otras veces me ha pasado de encontrarme cepillando mis dientes, lavando vajillas, o mismo caminando por la calle velozmente sin necesidad de ello. En ese momento de darme cuenta, aminoro y vuelvo al presente. Vuelvo a esa sensación de “Acá”, “Ahora” “Estar”, “Existir”, “Presente”, sensaciones todas de tranquilidad a pesar de tener una rutina o mandato que realizar.

¿Porque estamos tan apurados? Terminamos perdiendo ese Presente. Ese “Regalo” que todos hemos recibido del momento en que nacemos.

Por mi lado me he dado cuenta que por lo general cuando la estoy pasando bien, ni ganas de ir al baño tengo si tuviera la necesidad. Permanezco en ese momento, quiero retenerlo. A “esos” momentos comencé a prestarle mucha atención. Me di cuenta que allí podría permanecer horas. En el mismo no existía el tiempo como normalmente lo registramos. Podría ser un lunes, miércoles, sábado o domingo. Las 09hs o las 24hs, nada de eso era importante. Solo existía eso que me rodeaba, podía hasta percibirlo como una energía, una presencia vital con movimientos y vibraciones.

Desde hace ya unos años que busco maneras de permanecer en ese lugar lo mas que pueda, ya que allí todo fluye. Puedo pensar, tomar decisiones, respirar y por sobre todas las cosas vivir mejor.

Creo que lo que nos quita el presente es la ansiedad. Queremos regresar a un lugar que sabemos hemos estado bien o que nos han dicho que la pasaremos igual o mejor. Cuanto mejor nos dicen que la pasaremos mas ansiosos nos ponemos y por ende más nos escapamos del presente. Si en la habitación que estas ahora, estas feliz permanecerás cómodo allí, pero si alguien te convence de que en otra habitación, que aun no conoces, la pasaras mejor que en esa, tu mente ya comenzara a pensar en ese lugar y deseara llegar lo antes posible. La ansiedad de llegar a conocer ese lugar (habitación) comenzaría a perturbar tu mente sacándola del presente. No podrías concentrarte en lo inmediato, en la realidad que te circunda porque desearías conocer esa habitación.

En mis clases de teatro una vez sentí que el personaje al que estaba interpretando se convertía en algo real para mí. Ya no pensaba como yo sino que como lo haría ese personaje. Sentí una gran emoción al vivenciar eso. Estaba jugando a que era otra persona y era absolutamente creíble para mí. Solo que duro escasos segundos, luego volví a “mí haciendo de otro” desde un lugar mas intelectual y no orgánico. Cuando hicimos la devolución ese día, yo le comente mi experiencia a mi maestro y el me dijo que esos son los momentos que el actor debe aprender a sostener en el tiempo y espacio, que era lo mas difícil de lograr. Que cuanto más al actor le sucedía eso, mejor su performance porque estaba disfrutando de su personaje. Era creíble para él, por ende para el público también.

Yo lleve esa premisa a mi propia vida. Debía encontrar la manera de sostener en el tiempo y en el espacio esa sensación de presencia, de momento mágico, de verdad. En todos estos años lo he intentado una y otra vez, tomando conciencia de cuando estaba apurándome o cuando algo me generaba ansiedad. Descubrí que el observar lo que me rodeaba inmediatamente me traía de regreso al presente. En teatro se habla de las “Pequeñas verdades”; son objetos o diferentes recursos que utiliza el actor para poder meterse mas a fondo con su personaje. Ese objeto lo trae a una realidad inmediata que logra que su mente se focalice allí y no se escape buscando resultados.

Por ejemplo me ha pasado de estar en alguna situación comprometida con otra persona y de repente sentir que mi mente se va aun y a pesar de estar pasando un excelente momento. Este escape de ansiedad provoca inmediatamente una lucha mental interna muy desgastadora para uno y para el que esta presente. Esos son los momentos en donde busco algo que me traiga nuevamente a ese “Ahora”, observo algún objeto cercano o cualquier pequeña verdad. Increíblemente, mi mente deja de divagar y comienza a registrar lo que me circunda y obviamente a la otra persona.

Permanecer en el presente es una de las tareas más difíciles pero más gratificantes que he encontrado en esta vida. He tenido que cambiar mi manera de pensar en un mañana mejor para trabajar sobre “Ahora” es mejor. Y claro que en ese “ahora” muchas veces las emociones no siempre son color rosa ni celeste, son negras y oscuras, tenebrosas y horribles, pero el permanecer en el presente hace que se las transite con realidad. No necesitamos de drogas para taparlas ni de creencias de mundos mejores, o tierras prometidas. Es lo que hay, lo que uno sembró y debe hacerse cargo.

Las Creencias religiosas prometen sin cuestionamientos un mundo a venir mejor. "Paz al fin", "Paso a mejor vida", "Ahora es libre", "En esta vida se sufre, luego viene el goce", hay muchos comentarios que uno suele escuchar a la hora de la muerte de un ser querido que describen un lugar mejor que este en el que vivimos. La entrada a ese "paraiso" tiene un precio simple: “portarse dignamente”. Ahora, al prometer un mañana mejor nuestra ansiedad indudablemente nos llevara a correr hacia ese lugar paradisiaco. Viviremos esperando el mañana, la muerte. Esa ansiedad nos hará evadir el Presente, el Regalo de la vida. Notaremos que estamos casi siempre apurados, que hasta hay días que no nos alcanzan las 24 horas. Nuestra respiración se eleva al pecho y dejamos de respirar profundamente. Nos enfermamos y deprimimos. Una salida a esa tormentosa sensación son las drogas o la promesa de un tiempo de Paz, Amor incondicional y elevación del Ser a venir. Todas esas promesas, que nadie sabe si existen, están en el presente. Están al alcance de todos y en este preciso momento, solo hay que aprender a vivir en el. Tolerarnos y mantenernos relajados ahí. Si logramos eso la ansiedad muere ya que allí todo es eterno, no existe las fronteras del tiempo y del espacio, solo existe el presente, si, el regalo.

Nuestro presente, es esto que esta sucediendo ahora mismo mientras lees mis escritos. Es hermoso proyectar un futuro, no es lindo estar preocupado con el, es sabio aprender del pasado, pero feo preocuparse por el. Nada puede sacarte del presente, salvo tu propia ansiedad de lo que vendrá. Lo que vendrá si estas en este momento percibiendo la vida a través de tus 5 sentidos, sean sensaciones y sentimientos agradables, o no tan, serán nuestra guía para saber cual es el movimiento, el cambio para sentirnos mejor, y evolucionar como seres ;)

martes, 9 de noviembre de 2010

La Pasión


Pasión s. f.
1 Sentimiento muy intenso que domina la voluntad y puede perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira.
2 Sentimiento de amor muy intenso manifestado con gran deseo sexual.
3 Afición o inclinación viva por alguien o algo: pasión por la lectura; siente pasión por los animales.
4 Persona o cosa por las que se muestra afición o inclinación viva: el cine es su gran pasión.
5 Entusiasmo que se pone en algo que se hace o se defiende: los fans aplauden a sus ídolos con pasión; discutía con excesiva pasión.
6 Sufrimiento muy intenso, especialmente el de Jesucristo desde su detención por parte de las autoridades judías hasta su muerte en la cruz, narrado en el Evangelio: en Semana Santa se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
7 Representación artística o narración del padecimiento de Jesucristo en la cruz que está inspirada en el Evangelio.

Seguramente debe haber muchas más explicaciones y significados de la palabra pasión. Yo hoy le daré la mía, que no difiere mucho de las anteriores. Pasión = Fuego

Para hablar de la pasión usare una analogía. La relación del Sol con el planeta Tierra.

El fuego será equivalente a la pasión, con lo cual el Sol será La Pasión misma en su mayor intensidad. La palabra intensidad aparece muy seguida en los significados del diccionario al comienzo del escrito.

Tenemos al Sol que irradia toda esa energía, ese calor y luz afectando todo el diámetro de sus rayos, atrayendo a todos los planetas, girando a su alrededor, queriendo llegar hasta su centro pero siempre cayendo creando así su propia y particular orbita. La Tierra fue el planeta privilegiado que encontró ese punto perfecto de orbita logrando que en comunión con sus rayos explotara la vida en su superficie.

Imagino a las personas con una llama, una chispa inicial de algo que se podría transformar en un Sol poderosos que al igual que él atrae a tantos planetas que desean girar alrededor de su calor, personas y seres desean lo mismo dependiendo del calor emanado por el propio ser en cuestión. Algo así como podría ser la lava dentro del planeta Tierra. Ese fuego interno seria la Pasión. Fuego que al igual que la Tierra se debe aprender a convivir con el de manera tal que explote la vida a nuestro alrededor. Entonces a veces se enciende descontroladamente a través de las vicisitudes y experiencias de la vida misma, una explosión volcánica que como consecuencia trae, destrucción, heridas, dolor pero que a la vez reacomoda y armoniza el equilibrio que es el que mantiene esa capa tan fina de vida que es la superficie terrestre.

Entonces todos nosotros andamos por la vida alimentando ese fuego de la pasión con las experiencias de vida, eligiendo las direcciones que nos la hacen sentir, pero debemos aprender a controlar esa llama porque de no ser así esta explota y no solo podría quemarnos a nosotros mismos sino que también a todo aquello que nos rodea. Aprender a encontrar ese equilibrio que sin reprimir el fuego lo vamos conociendo y dejando salir para transformarnos en seres luminosos que irradiando calor (Amor) atraemos todo aquello que nos merecemos. Cosecharas tu Siembra calzaría mas que bien en ese aprendizaje de cómo lidiar con nuestra fuego interior.

Ese calor asusta porque a veces se enciende y como todo fuego si no se lo controla se convierte en un incendio que podría ocasionar serios desastres. De niños se nos educa a reprimir muchas emociones, sensaciones y juegos que nos conectan con ese gran poder pasional.

Se nos dice que ciertas emociones no son dignas de demostrar y/o vivenciar. Emociones como la rabia, odio los caprichos de los niños. En el fondo no son más que erupciones volcánicas en la superficie de la tierra intentando buscar un equilibrio una armonización aunque no seamos tan concientes de ello. La represión de estas emociones lleva a que nuestro cuerpo se acorace, se convierta en una especie de olla de presión que va endureciéndose para que ese fuego no salga. Entonces como toda olla de presión si no tiene una válvula de escape, explotara. Recomiendo leer el libro “Bioenergética” de Alexander Lowen.

“Nuestra coraza o armadura nos ha insensibilizado en una buena parte tanto para lo doloroso como lo placentero, y eso hace que nuestra comunicación con el exterior e interior haya palidecido, se haya transformado en una caricatura de su potencial total. Lo irónico es que nos podemos pasar así casi toda una vida, creyendo que eso es lo máximo a lo que podemos aspirar.” (A. Lowen)

En las parejas se comienza la relación con mucha pasión, mucho fuego, y a medida que se mezclan los fuegos de cada uno la llama se aviva y crece. Las llamas se juntan produciendo una única más poderosa. Y de esa mezcla tal vez emerja una tercera chispa de fuego, como resultado de esa pasión. Es mi creer que uno de los motivos de que tantas parejas alcancen un punto de pasión pico y luego decaen es porque de niños nos enseñan y educan a temerle a ese fuego. Se lo asocia con un montón de imágenes feas.

Es tan poderosa esa energía que termina asustándonos y una manera de apagarla es separándose, o acorazando nuestros cuerpos, limitando la relación a un compañerismo en donde la pasión va desapareciendo y su llama ya no atrae lo que antes giraba a su alrededor.

La pasión, ese fuego, es parte de lo que yo he tenido que aprender a convivir y a controlar, NO REPRIMIR, y como consecuencia de ese permiso a oxigenar ese fuego, empecé a notar que muchas cosas deseadas se iban acercando a mí. Algunas otras debía aprender a controlar la llama para que no se quemen. Encontrar el punto justo de calor para que no solo se atraiga sino que también explote en vida. Proyectos, personas, plantas, animales todo esta afectado por esa pasión, por ese fuego. De ahí la analogía con el Sol los planetas podrían ser proyectos, personas, animales cosas materiales, DESEOS, que una vez pensados alimentan esa llama dejándola emitir sus rayos hacia la superficie encontrando, tal vez, ese tan difícil equilibrio para no incendiarse y lograr esa temperatura ideal que logra, en el caso del Planeta Tierra, brotar a la Vida misma.

La Pasión desde mi aprendizaje es el fuego, la llama que hay que aprender a controlar para que en vez de producir daños produzca la dicha de la Vida. Cuando estamos con miedo esa llama se achica, el cuerpo se pone frío y nuestro poder de atracción se limita en el peor de los casos hasta quedarnos solos, ya que nada orbita a nuestro alrededor. Nada es atraído. La propia experiencia de sentir ese fuego es el que nos va indicando cual seria su punto justo para cada emprendimiento, cada experiencia. La acumulación de la misma por su represión es la que cuando ocurre una crisis explota como el volcán en erupción ocasionando los daños que a su alrededor deja.

Las emociones que normalmente uno suele reprimir como el odio, la bronca, la ira no son más que recursos para tapar lo que en general es tristeza. Tristeza por ejemplo, por la frustración de algo que no fue como lo deseado. En vez de llorar para apaciguar ese fuego interior, se reprime dicha emoción que se acumula alimentando el fuego que termina explotando al igual que un volcan en erupción, hiriéndose uno mismo y al otro.

El Infierno es fuego para todas las religiones, es el peor lugar en el que uno podría estar. El Miedo a quemarse en el infierno esta inculcado en nosotros desde la más temprana edad. Ese mismo miedo es el que no atemoriza de nuestro propio calor, nuestro propio fuego ya que inconcientemente toda sensación pasional en algún momento nos conecta con el Fuego. En vez de aprender a conocerlo y controlarlo, lo reprimimos y es ahí donde creo yo muere la llama de esa pasión.

Es común escuchar en las parejas que la pasión muere al pasar unos años. Lo mismo ocurre a veces con los proyectos en general, comienzan con mucha garra, energía, pasión, y van con el tiempo estancándose, apagándose. En mi experiencia, mas allá de que estoy de acuerdo con ese decir popular, y tomando como metáfora el convertirse en un Sol que irradia energía de atracción, calor, amor, he aprendido que se puede alimentar ese fuego cada vez mas. Pero eso es lo mas difícil porque en el intento uno quema y se quema hasta aprender a manejar el fuelle que alimenta la llama de la pasión.

El infierno es ese lugar en donde mandamos todas las emociones a las que de niño nos enseñan a reprimir. Desde mi óptica de vida el infierno es nuestro interior cuando va acumulando a través de esas represiones una cantidad de chispas, y llamaradas que nos convierten en una caldera sin válvula de presión que con el tiempo termina explotando dañando nuestro alrededor convirtiendo todo, irónicamente, en un verdadero infierno.

Mi consigna de vida es que debo ser como el Sol que da luz y calor, y como La Tierra, que se deja penetrar por sus rayos receptiva e incondicionalmente para que entre esas dos energías y posturas brote vida en, y a nuestro alrededor ;)

martes, 12 de octubre de 2010

La Resignación


Someterse, entregarse a la voluntad de alguien, parecería ser algo cotidiano en nuestro sistema de convivencia. Es algo así como aceptar que nada ni nada podrá cambiar algo que mínimamente nos molesta, incomoda o simplemente no estamos de acuerdo. Algo así como aceptar vivir molesto, incomodo y en desacuerdo. Complicado…

No encuentro una utilización de esta palabra que le de un sentido de vida, por el contrario pareciera mas cercana a la muerte, por lo menos del deseo de cambiar.

Lo más llamativo es que pasamos a justificar con vehemencia esa resignación con todo tipo de justificaciones, improvisadas algunas, y otras por que uno las escucho de chico y las repite cual loro. “Esto es así y nada podrá cambiarlo, desiste, bienvenido a la realidad”.

Por ejemplo, es común que artistas internacionales viajen por el mundo, actuando, dando mega recitales, entregando su Arte. Por ejemplo en Europa las entradas a estos se cobran en Euros, en mi país Argentina, se cobran en Pesos, pero al equivalente de esos mismos Euros. O sea, el artista no toma en consideración que hay ciertos países que no tienen el poder adquisitivo de otros. Entonces como vivimos en un mundo regido por la oferta y la demanda, cuando el producto escasea, se convierte en la panacea del capitalista. Puede cobrar el valor de entrada que le plazca ya que se garantiza su venta, porque sumado a la demanda esta el fanatismo, dos palabras que juntas significan mucho dinero.

Yo me pregunto donde esta la sensibilidad del artista, esa sensación que nos transmiten por ejemplo en sus músicas, letras, que nos hacen hasta llorar de emoción y mas sabiendo que están a escasos metros de nosotros entregando su Amor, su Carisma.
¿Porque no adaptar a cada país un valor de la entrada a la realidad del mismo, a pesar de llevarse en bruto menos Euros o Dólares? Dirían algunos, que eso no lo maneja el artista sino que sus representantes. Pero eso no es cierto, porque artistas que ya tiene un nombre ganado tiene también el poder de elegir a sus representantes y exigir que eso se cumpla. Salvo que el mismo también este resignado al sistema. Que bien podría ser.

Acá estaríamos ante una de las resignaciones mas comunes, la de aceptar que siempre el capitalista, el empresario, saldrá con la suya. Que cualquier movimiento, o decisión tomada para cambiar eso es perder el tiempo.

El pueblo tiene el poder en sus manos y no lo utiliza, se resigna a ello. Delega en sus líderes, políticos y religiosos. “Que sean ellos los que decidan, yo no tengo tiempo para pensar en esas cosas….” Cuando en realidad la solidaridad de un pueblo es capaz de derrocar gobiernos. Imaginemos un pueblo no resignado que ante las insensibles re-marcaciones de precios, y aumentos de servicios, dejan de consumir, comprar dichos productos. Automáticamente el precio de los mismos caería, por la misma ley de oferta y demanda. El precio de la nafta aumenta, y si nadie carga nafta se verán obligados a bajar el precio. Pero…. Resignados a que nada cambiara eso, todos compramos la nafta al precio vigente sin otra actitud más que el de la queja, que en nada se asemeja a la actitud del reclamo.


Desde el punto de vista religioso, ídem, nos resignamos a aceptar lo que el Cura, Pastor, Guía Espiritual, Avatar o quien sea que este con un libro bajo el brazo, tunica o simplemente hable con lindas palabras, sin cuestionar nada de lo planteado por ellos. Sin profundizar absolutamente nada, porque eso conllevaría tal vez a replantearse muchas cosas y se convertiría quizá en una movilización interna y externa incomoda. Así que mejor escuchar, aceptar sin cuestionar. He escuchado personas decir que un Pastor de una Iglesia dijo que una película era mala influencia para ver. Esta es una forma dictatorial de subestimar a sus seguidores, de que ellos no tienen la capacidad de elección y de pensamiento propio. El decide, y esto es así porque están resignados a tomar como verdad indiscutible lo que el mismo dice.


El rostro de la resignación es fácil de reconocer. Basta vernos las caras cotidianamente cuando salimos temprano a trabajar, y cuando regresamos a nuestros hogares. Sea en un tren, subte, o micro, caras resignadas. Tristes caras marcadas por la angustia de la resignación.

La rutina es también motivo de resignación. “Es la que nos toca vivir”. Resignamos hasta el Amor en la pareja. Muchas veces sabemos a través de nuestros sentimientos y sentidos que algo se perdió, cuando no murió dentro de la relación, pero seguimos adelante, tal vez por orgullo, tal vez por temor, y tal vez por resignarse porque es lo que se debe hacer. Lo correcto. Lo que alguien a quien delegamos poder nos dijo.

El escritor argentino Jorge Francisco Isidoro Luis Borges tenia una frase que era “Nos une el Espanto y no el Amor”. Yo creo que gran parte de ese pensamiento proviene de la Resignación. Estamos resignados a sufrir, nos convencen que el sufrimiento es el motor en esta vida. Budistas, Cristianos, Evangelistas, Judíos, Musulmanes, Ascetas y seguramente casi todas las religiones, ponen sumo hincapié en esto. “En esta vida se sufre”.Y si la afirmación es que en esta vida se sufre es porque dan por sentado de que hay otra vida en la que no se sufre, y como estamos todos resignados a aceptar lo dicho por quienes delegamos el poder de hacerlo, no nos cuestionamos nada que podría replantear ese dogma, premisa o receta incuestionable. La Tierra es una casa de alquiler de vacaciones, por eso no la cuidamos. Tal vez una limpieza rápida para que no se note la mugre, el polvo por debajo de la alfombra, pero nuestro verdadero hogar esta por venir. ¿Y si este es el único Hogar, el verdadero? ¿Que estamos esperando para llorar de alegría?

¿Qué pasaría si en realidad no existiera dicha “otra vida”? ¿Qué nos pasaría a los seres humanos si en vez de enseñarle a nuestros hijos desde pequeños a imaginar un mundo hermosos después de la muerte, les enseñamos a disfrutar de este, sin siquiera mencionarles una vida después de la muerte. Sin hablarles de Dios, Dioses, o Seres Superiores que nos observan desde algún lugar, nada de Paraísos Celestiales, nada de Ángeles Inmateriales. Tan solo seres humanos con el privilegio de saber que estamos vivos en un planeta, que tal vez hasta sea el único en todo el infinito del Universo con la dicha de la vida. La única piedrita microscópica que exploto en vida. Claro ese pensamiento asusta porque nos llena de una responsabilidad, y un agradecimiento eterno por la dicha de ser protagonistas de ese hecho milagroso. Hay que hacerse cargo de dicho pensamiento. Caramba si esto que digo fuera cierto entonces somos los responsables de profundizar para evolucionar este privilegio.

Yo lo he practicado en mí, y es increíble como se potencia todo. Como el paraíso se vuelve terrenal. Como las células se rejuvenecen y todo a nuestro alrededor se llena de luz y amor. Como nuestros hijos crecen como Soles, desparramando su luz, calor y rayos por doquier.

La resignación es una manera de detener la evolución misma. Es una manera de dejar que otros decidan por uno. Es no hacerse cargo de que somos libres y tenemos derecho a ser felices. Es una manera cruel de desvalorizarnos.

Yo tengo Fe en el Hombre, Fe en la Evolución de la Vida, aun estamos regidos por la Ley de la Selva, pero eso puede cambiar. De hecho el cambio nunca es eterno pero el cambiar si. Yo tengo Fe en todas las personas, Fe de que harán el gran esfuerzo de ser lo que son, de ser felices, de ser libres y de potenciar sus cinco sentidos y evolucionar sus mentes para que en 25.000 años mas de evolución la no resignación nos lleve a tener quizá a las alas que nos merecemos y que nos convertirán en Ángeles encarnados y no solo en una metáfora, o pensamiento lindo ;)

miércoles, 30 de junio de 2010

La Verdad y La Mentira Emocional


Considero a la “verdad emocional” como a aquello que uno siente como impulso inicial provocado por el estimulo de vivir, y a la mentira como el acto de reprimirlo, guardarlo o esconderlo del medio que nos rodea. Algo así como esconder parte de lo que somos ya que nuestros sentimientos son parte de nuestra integridad, por ende fabricados por nosotros mismos.

El porque de este mecanismo tan absurdo pero cotidiano es simplemente porque creo que el Miedo siempre pudo mas que el Amor. Por eso la tortura, el terrorismo, y la disciplina basada en la represión fueron y son los métodos mas utilizado para dominar las especies, incluso la nuestra.

Partiendo de la realidad histórica que tan solo tenemos 25.000 años desde que trepábamos árboles y vivíamos por instinto, no por conciencia, es entendible que bajo la “Ley de la Selva” y de la supervivencia, uno haya aprendido a esconderse. Primero físicamente de sus depredadores, y luego de sus propios pares quienes intentaban dominar a otros en beneficio propio, sea bajo la forma de la esclavitud o simplemente para juntarlos como rebaños y sacarles algún provecho.

Se educaba desde niños a temer, “si no haces eso me enojare”, “si no comes tu alimento, vendrá el cuco y te comerá”, y a la noche siempre se la asocio con la llegada de monstruos asesinos, comedores de gentes. Tal vez reminiscencias de nuestros depredadores de antaño.

El Miedo esta con nosotros desde el comienzo. Nacemos y ya de por si el parto no solo es doloroso para la madre quien también fue parida, sino que doloroso y terriblemente atemorizador para todos nosotros. De estar en la quietud del interior de un ser (aun ni siquiera sabemos eso), un mundo en donde nuestra mente y cuerpo se han adaptado y nuestros sentidos lo entienden como un lugar oscuro, tranquilo, sereno, y hasta tal vez muy lindo como para pensar en salir de allí. Diría yo un lugar lo más parecido al Amor como sensación física.

Pero llegado los 9 meses de gestación, comienzan las contracciones y las presiones. Imaginemos el pánico que nos invade, no entendemos que esta pasando pero lo sentimos. Ese sentimiento de Amor se va convirtiendo en uno de Terror. Y cuando salimos sea por parto natural (en el mejor de los casos) o vía Cesaria, nos tocan la piel, escuchamos voces, luces enceguecedora y gritos de dolor de la madre por mencionar solo algunas de las cosas atemorizadoras de este nuevo mundo.

Nos meten bajo una canilla para limpiarnos (a mi hija le hicieron eso), hisopos en las orejas, narinas y nos ponen el primer pañal. Creo yo que no existe pesadilla más horripilante que el parto para todos nosotros. Y lo más alarmante es que nadie nos dice, o hace entender, que vale la pena haber pasado por ese terror. Por el contrario, con el tiempo se nos trata de convencer de que la vida es un pasaje, duro, difícil y en el que debemos cargar con pesos de toda índole.

Lo mas parecido a la sensación de parto, es como si en este momento una nave espacial nos abduce, nos lleva a un mundo absolutamente distinto, con sensaciones horribles y nos meten cuanto aparato hay atosigando todos nuestros sentidos de golpe dejándonos allí para nunca mas regresar a ese otro mundo anterior (o interior) y de mucha paz. Tal vez algún extraterrestre nos dirá que si nos portamos bien, una vez fallecidos volveremos a esa paz. Y para aferrarnos a esa posibilidad llena de dudas, ponemos a La Fe en un mundo pos muerte, y es allí donde dejamos de percibir nuestro mundo nuevo y real, para vivir esperanzados a la espera de la Paz.

Que distinto seria si al llegar, nos hacen saber de que valió la pena cada dolor, cada sensación fea porque tenemos el privilegio de estar vivos y saber de ello porque tenemos la conciencia!

Entonces el Miedo es algo con lo que aprendemos a convivir desde el comienzo. Casi hasta afirmaría ser nuestra primer sensación emocional de estar vivos al salir del cuerpo de nuestra madre. Nuestra primera sensación al nacer es de Miedo. Y dependiendo de cómo nos reciban quedaremos marcados o no por ese dolor y terror.

El Miedo siempre presente, mucho más que el Amor. Nuestra sociedad vive en pánico, el “Ataque de Pánico” es la enfermedad de nuestros tiempos. Miedo a no llegar a fin de mes con el dinero, miedo a ser asaltado, miedo a ser asesinado, miedo a enfermarse, miedo a ser rechazado, miedo a la soledad, miedo a morir y ser condenado al infierno, miedo a la muerte, miedo a la vida.

Miedo a decir lo que uno siente.

Hemos dejado de registrar nuestros sentimientos. Si nos preguntan como nos sentimos la respuesta mas común suele ser: “Bien” o “Mal”, dos palabras que hablan mas desde un plano mental que emocional. Y hasta sintiéndonos “Mal” comúnmente contestamos “Bien” para que la otra persona no se sienta “Mal” con nuestra verdad.

Hace ya unos años vengo experimentando decir siempre la verdad de lo que siento y pienso, obviamente cual voto hipocrático tratando de “curar sin lastimar”. De esa manera si me preguntan contesto con mi verdad bajo ese voto. Si no me muestro como soy, pienso y siento, no le doy la posibilidad al otro de realmente conocerme y de esa manera poder, o no, elegirme.

A mi hija por elección mía preferí no mandarla a escuelas de niños comúnmente llamadas “Salitas” hasta que cumplió sus tres años, porque sabiendo de la importancia de esos primeros tres años en la vida de todo ser humano, periodo en el que se forja el carácter y se aprenden los valores humanos mas importantes, preferí quedarme lo mas que pude a su lado para transmitirle aquello que aprendí para estar mejor conmigo mismo. Entre esas enseñanzas, la eduque bajo la consigna de nunca mentirle, y es así que hasta el día de hoy jamás ni siquiera una mentira piadosa. No le inculque la idea de un Dios como lo conciben las religiones, sino como un concepto del Todo, que en este caso seria el Universo infinito y creador en el que estamos todos incluidos. Tampoco le hable sobre vidas después de la muerte o lugares donde se van los seres queridos que mueren. Le hice tomar conciencia del Paraíso Terreno en el que somos privilegiados de ser habitantes. Que la muerte es un misterio que solo se develara al momento de atravesar ese portal y que uno con la imaginación puede pensar infinidad de cosas que podrían ocurrir, como jugar a que existe un ratón Pérez que te deja dinero por cada diente, o un Papa Noel que trae regalos el 25 de Diciembre. Le enseño a contarme de sus sentimientos y ella aprendió a preguntar por los míos. Si algún día me percibe raro, ella me pregunta “¿qué te pasa papi?” y yo le contesto con la verdad, sea que estoy triste, molesto o cansado por algo. Ella se queda conforme porque sabe la verdad de lo que me pasa, y no la incertidumbre del no saber.

Cuando mi hija nació, luego de la rutina del parto en la que no dejo de llorar en pánico y la colocaron dentro de un moisés con su flamante pañal, me acerque a ella y le dije: “Hola hija, soy Alfred tu papa, bienvenida a la Tierra”, dejo de llorar al instante. Obviamente no por el significado de mis palabras, sino por la verdad del sentimiento que se trasmitía a través de mi voz que era reconocida por ella.

La verdad emocional, eso que sentimos nos esta pasando incluso en este preciso momento, es para mi lo mas cercano al Amor y lo mas distante al Miedo. Es un acto de Amor hacia uno mismo el aceptar lo que sentimos, porque es a través de nuestros sentimientos que vamos encontrando un “sentido” a nuestro breve pero maravilloso pasaje por esta vida. Cuando escondemos nuestro sentir conciente o inconscientemente corremos el riesgo de enfermarnos psíquica y/o físicamente.