sábado, 8 de junio de 2013

Y hoy medio siglo...

Hoy cumplo los 50. El medio siglo, puff. Los números dan una sensación de mucho tiempo. Por otro lado tengo una sensación que traigo desde mi infancia de que estoy parado en un mismo espacio atemporal en el que voy creciendo como podría ser un árbol y me van pasando cosas. Cosas que despiertan mis sentimientos y dependiendo de la sensación “térmica” de cada uno de ellos, sin juzgarlos, solo aceptándolos como propios de mí ser, los escucho, los miro, los huelo, los toco y los pruebo. Luego mi mente abstracta, fantasiosa, creadora, paranoica, flexible, inflexible y tantas variantes posibles e imposibles, pinta cuadros, inventa músicas, comidas, relaciones y amores buscando el “sentido”, la dirección hacia el placer hacia el goce. Y si la sensación térmica es de un gusto amargo o feo bajo el mismo proceso de experimentar la vida como un ejercicio de expansión, exhalo la emoción en llantos, enojos (que por lo general en mi son los excesos de la tristeza), los descargo para que una vez fuera de mi ser pueda procesar lo vivido y entender por que causa llegue a ese efecto. Y corregir el camino a través del sentido de los sentidos, valga la redundancia. A mis 50 creo en la libertad de expresión. Creo en el llanto y en la risa. En el vuelo del Águila dicen los indios, libre como un pájaro Lennon, por mencionar algunos de los que dejaron legados en pos de una sociedad mas libre, mas relajada, menos lógica y más intuitiva. Aunque es una combinación de ambas. Nuestros legados son nuestros hijos, en ellos se refleja quienes somos. En ellos aparecen los cambio que tal vez nosotros no pudimos o quisimos transitar porque uno pone su techo, o no. Nuestras plantas y animales son un primer ensayo de lo que nos espera como forjadores de un mundo que evoluciona. Sus flores, sus pelajes, su energía, su devolución en fin, todas señales. Señales que están para que nuestros sentidos nos guíen y podamos mejorar nuestra relación con lo que nos rodea. A los 50 puedo afirmar que en mi lo único verdadero, real e indiscutible son mis sentimientos y la muerte. Ellos existen y están porque son algo inevitables. La muerte me da la certeza del fin, mis sentimientos me guían para que en mi Presente (latín: Regalo) pueda inhalar y exhalar en paz disfrutando de cada sensación, aun de las amargas que están para que uno se fortalezca y siga evolucionando. Gracias a todos los que intentan o están en ese Presente, en ese Regalo tan privilegiado que es estar vivo. Para mi, somos todos compañeros de la dicha de estar vivo, creo que hay muchas cosas por cambiar, creo en el cambio, y tengo mi Fe puesta en todo lo que me rodea. La vida es atemporal en el ahora y el paraíso tan deseado se hace realidad. Un abrazo lleno de Amor para todos y gracias por tanto afecto ;) PAZ, LUZ Y AMOR Alfred PD: minimamente voy por 50 mas ;)

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