martes, 26 de abril de 2011

El Presente


PRESENTE:
-Que está en un lugar al mismo tiempo que otra persona o en el momento en que sucede alguna cosa.
-Que está o existe en un lugar determinado.
-Que ocurre o existe actualmente.
-Regalo o cosa que se da voluntariamente en señal de agradecimiento o afecto.

Está, ocurre, existe, regalo…

Es hasta el día de hoy que muchas veces me encuentro haciendo algo de una manera veloz. Por ejemplo, los otros días estaba con mi hija y algunos amigos en la terraza de mi edificio disfrutando del sol otoñal cuando mi hija me pidió que le trajera su botella de agua que se encontraba en nuestro departamento en la planta baja (el edificio es antiguo y tiene tan solo dos pisos).

Baje las escaleras, entre al departamento, tome la botella y nuevamente comencé a subir. Mientras lo hacia note que me estaba apurando. Inmediatamente me cuestione esto: “¿Para que estoy corriendo? ¿Porque estoy tan apurado?”. Aminore mi marcha y la respuesta vino sin mayores titubeos: “Te estas apurando para llegar rápido arriba y seguir disfrutando de la buena compañía allí en la terraza y no perderte nada de ese momento bello”.

Ahora porque ese apuro. Nadie de los que estaba allí estaba ni apurado, ni con ganas de irse, ni el sol dejaría de brillar por las próximas 4 o 5 horas. Tampoco yo me desmaterializaría. Sentí mis pulsaciones y estaban aceleradas. Estaba sumamente ansioso. Al aminorar mi marcha se sereno mi corazón y la ansiedad desapareció. Solo quedo el grato sentimiento de que estaba viviendo algo lindo, ese sentimiento que hace que uno se de cuenta de que esta vivo. Subía ahora las escaleras a un paso natural y todo se potenciaba. Me sentía presente, feliz y dirigiéndome a un buen lugar.

Otras veces me ha pasado de encontrarme cepillando mis dientes, lavando vajillas, o mismo caminando por la calle velozmente sin necesidad de ello. En ese momento de darme cuenta, aminoro y vuelvo al presente. Vuelvo a esa sensación de “Acá”, “Ahora” “Estar”, “Existir”, “Presente”, sensaciones todas de tranquilidad a pesar de tener una rutina o mandato que realizar.

¿Porque estamos tan apurados? Terminamos perdiendo ese Presente. Ese “Regalo” que todos hemos recibido del momento en que nacemos.

Por mi lado me he dado cuenta que por lo general cuando la estoy pasando bien, ni ganas de ir al baño tengo si tuviera la necesidad. Permanezco en ese momento, quiero retenerlo. A “esos” momentos comencé a prestarle mucha atención. Me di cuenta que allí podría permanecer horas. En el mismo no existía el tiempo como normalmente lo registramos. Podría ser un lunes, miércoles, sábado o domingo. Las 09hs o las 24hs, nada de eso era importante. Solo existía eso que me rodeaba, podía hasta percibirlo como una energía, una presencia vital con movimientos y vibraciones.

Desde hace ya unos años que busco maneras de permanecer en ese lugar lo mas que pueda, ya que allí todo fluye. Puedo pensar, tomar decisiones, respirar y por sobre todas las cosas vivir mejor.

Creo que lo que nos quita el presente es la ansiedad. Queremos regresar a un lugar que sabemos hemos estado bien o que nos han dicho que la pasaremos igual o mejor. Cuanto mejor nos dicen que la pasaremos mas ansiosos nos ponemos y por ende más nos escapamos del presente. Si en la habitación que estas ahora, estas feliz permanecerás cómodo allí, pero si alguien te convence de que en otra habitación, que aun no conoces, la pasaras mejor que en esa, tu mente ya comenzara a pensar en ese lugar y deseara llegar lo antes posible. La ansiedad de llegar a conocer ese lugar (habitación) comenzaría a perturbar tu mente sacándola del presente. No podrías concentrarte en lo inmediato, en la realidad que te circunda porque desearías conocer esa habitación.

En mis clases de teatro una vez sentí que el personaje al que estaba interpretando se convertía en algo real para mí. Ya no pensaba como yo sino que como lo haría ese personaje. Sentí una gran emoción al vivenciar eso. Estaba jugando a que era otra persona y era absolutamente creíble para mí. Solo que duro escasos segundos, luego volví a “mí haciendo de otro” desde un lugar mas intelectual y no orgánico. Cuando hicimos la devolución ese día, yo le comente mi experiencia a mi maestro y el me dijo que esos son los momentos que el actor debe aprender a sostener en el tiempo y espacio, que era lo mas difícil de lograr. Que cuanto más al actor le sucedía eso, mejor su performance porque estaba disfrutando de su personaje. Era creíble para él, por ende para el público también.

Yo lleve esa premisa a mi propia vida. Debía encontrar la manera de sostener en el tiempo y en el espacio esa sensación de presencia, de momento mágico, de verdad. En todos estos años lo he intentado una y otra vez, tomando conciencia de cuando estaba apurándome o cuando algo me generaba ansiedad. Descubrí que el observar lo que me rodeaba inmediatamente me traía de regreso al presente. En teatro se habla de las “Pequeñas verdades”; son objetos o diferentes recursos que utiliza el actor para poder meterse mas a fondo con su personaje. Ese objeto lo trae a una realidad inmediata que logra que su mente se focalice allí y no se escape buscando resultados.

Por ejemplo me ha pasado de estar en alguna situación comprometida con otra persona y de repente sentir que mi mente se va aun y a pesar de estar pasando un excelente momento. Este escape de ansiedad provoca inmediatamente una lucha mental interna muy desgastadora para uno y para el que esta presente. Esos son los momentos en donde busco algo que me traiga nuevamente a ese “Ahora”, observo algún objeto cercano o cualquier pequeña verdad. Increíblemente, mi mente deja de divagar y comienza a registrar lo que me circunda y obviamente a la otra persona.

Permanecer en el presente es una de las tareas más difíciles pero más gratificantes que he encontrado en esta vida. He tenido que cambiar mi manera de pensar en un mañana mejor para trabajar sobre “Ahora” es mejor. Y claro que en ese “ahora” muchas veces las emociones no siempre son color rosa ni celeste, son negras y oscuras, tenebrosas y horribles, pero el permanecer en el presente hace que se las transite con realidad. No necesitamos de drogas para taparlas ni de creencias de mundos mejores, o tierras prometidas. Es lo que hay, lo que uno sembró y debe hacerse cargo.

Las Creencias religiosas prometen sin cuestionamientos un mundo a venir mejor. "Paz al fin", "Paso a mejor vida", "Ahora es libre", "En esta vida se sufre, luego viene el goce", hay muchos comentarios que uno suele escuchar a la hora de la muerte de un ser querido que describen un lugar mejor que este en el que vivimos. La entrada a ese "paraiso" tiene un precio simple: “portarse dignamente”. Ahora, al prometer un mañana mejor nuestra ansiedad indudablemente nos llevara a correr hacia ese lugar paradisiaco. Viviremos esperando el mañana, la muerte. Esa ansiedad nos hará evadir el Presente, el Regalo de la vida. Notaremos que estamos casi siempre apurados, que hasta hay días que no nos alcanzan las 24 horas. Nuestra respiración se eleva al pecho y dejamos de respirar profundamente. Nos enfermamos y deprimimos. Una salida a esa tormentosa sensación son las drogas o la promesa de un tiempo de Paz, Amor incondicional y elevación del Ser a venir. Todas esas promesas, que nadie sabe si existen, están en el presente. Están al alcance de todos y en este preciso momento, solo hay que aprender a vivir en el. Tolerarnos y mantenernos relajados ahí. Si logramos eso la ansiedad muere ya que allí todo es eterno, no existe las fronteras del tiempo y del espacio, solo existe el presente, si, el regalo.

Nuestro presente, es esto que esta sucediendo ahora mismo mientras lees mis escritos. Es hermoso proyectar un futuro, no es lindo estar preocupado con el, es sabio aprender del pasado, pero feo preocuparse por el. Nada puede sacarte del presente, salvo tu propia ansiedad de lo que vendrá. Lo que vendrá si estas en este momento percibiendo la vida a través de tus 5 sentidos, sean sensaciones y sentimientos agradables, o no tan, serán nuestra guía para saber cual es el movimiento, el cambio para sentirnos mejor, y evolucionar como seres ;)

martes, 9 de noviembre de 2010

La Pasión


Pasión s. f.
1 Sentimiento muy intenso que domina la voluntad y puede perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira.
2 Sentimiento de amor muy intenso manifestado con gran deseo sexual.
3 Afición o inclinación viva por alguien o algo: pasión por la lectura; siente pasión por los animales.
4 Persona o cosa por las que se muestra afición o inclinación viva: el cine es su gran pasión.
5 Entusiasmo que se pone en algo que se hace o se defiende: los fans aplauden a sus ídolos con pasión; discutía con excesiva pasión.
6 Sufrimiento muy intenso, especialmente el de Jesucristo desde su detención por parte de las autoridades judías hasta su muerte en la cruz, narrado en el Evangelio: en Semana Santa se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
7 Representación artística o narración del padecimiento de Jesucristo en la cruz que está inspirada en el Evangelio.

Seguramente debe haber muchas más explicaciones y significados de la palabra pasión. Yo hoy le daré la mía, que no difiere mucho de las anteriores. Pasión = Fuego

Para hablar de la pasión usare una analogía. La relación del Sol con el planeta Tierra.

El fuego será equivalente a la pasión, con lo cual el Sol será La Pasión misma en su mayor intensidad. La palabra intensidad aparece muy seguida en los significados del diccionario al comienzo del escrito.

Tenemos al Sol que irradia toda esa energía, ese calor y luz afectando todo el diámetro de sus rayos, atrayendo a todos los planetas, girando a su alrededor, queriendo llegar hasta su centro pero siempre cayendo creando así su propia y particular orbita. La Tierra fue el planeta privilegiado que encontró ese punto perfecto de orbita logrando que en comunión con sus rayos explotara la vida en su superficie.

Imagino a las personas con una llama, una chispa inicial de algo que se podría transformar en un Sol poderosos que al igual que él atrae a tantos planetas que desean girar alrededor de su calor, personas y seres desean lo mismo dependiendo del calor emanado por el propio ser en cuestión. Algo así como podría ser la lava dentro del planeta Tierra. Ese fuego interno seria la Pasión. Fuego que al igual que la Tierra se debe aprender a convivir con el de manera tal que explote la vida a nuestro alrededor. Entonces a veces se enciende descontroladamente a través de las vicisitudes y experiencias de la vida misma, una explosión volcánica que como consecuencia trae, destrucción, heridas, dolor pero que a la vez reacomoda y armoniza el equilibrio que es el que mantiene esa capa tan fina de vida que es la superficie terrestre.

Entonces todos nosotros andamos por la vida alimentando ese fuego de la pasión con las experiencias de vida, eligiendo las direcciones que nos la hacen sentir, pero debemos aprender a controlar esa llama porque de no ser así esta explota y no solo podría quemarnos a nosotros mismos sino que también a todo aquello que nos rodea. Aprender a encontrar ese equilibrio que sin reprimir el fuego lo vamos conociendo y dejando salir para transformarnos en seres luminosos que irradiando calor (Amor) atraemos todo aquello que nos merecemos. Cosecharas tu Siembra calzaría mas que bien en ese aprendizaje de cómo lidiar con nuestra fuego interior.

Ese calor asusta porque a veces se enciende y como todo fuego si no se lo controla se convierte en un incendio que podría ocasionar serios desastres. De niños se nos educa a reprimir muchas emociones, sensaciones y juegos que nos conectan con ese gran poder pasional.

Se nos dice que ciertas emociones no son dignas de demostrar y/o vivenciar. Emociones como la rabia, odio los caprichos de los niños. En el fondo no son más que erupciones volcánicas en la superficie de la tierra intentando buscar un equilibrio una armonización aunque no seamos tan concientes de ello. La represión de estas emociones lleva a que nuestro cuerpo se acorace, se convierta en una especie de olla de presión que va endureciéndose para que ese fuego no salga. Entonces como toda olla de presión si no tiene una válvula de escape, explotara. Recomiendo leer el libro “Bioenergética” de Alexander Lowen.

“Nuestra coraza o armadura nos ha insensibilizado en una buena parte tanto para lo doloroso como lo placentero, y eso hace que nuestra comunicación con el exterior e interior haya palidecido, se haya transformado en una caricatura de su potencial total. Lo irónico es que nos podemos pasar así casi toda una vida, creyendo que eso es lo máximo a lo que podemos aspirar.” (A. Lowen)

En las parejas se comienza la relación con mucha pasión, mucho fuego, y a medida que se mezclan los fuegos de cada uno la llama se aviva y crece. Las llamas se juntan produciendo una única más poderosa. Y de esa mezcla tal vez emerja una tercera chispa de fuego, como resultado de esa pasión. Es mi creer que uno de los motivos de que tantas parejas alcancen un punto de pasión pico y luego decaen es porque de niños nos enseñan y educan a temerle a ese fuego. Se lo asocia con un montón de imágenes feas.

Es tan poderosa esa energía que termina asustándonos y una manera de apagarla es separándose, o acorazando nuestros cuerpos, limitando la relación a un compañerismo en donde la pasión va desapareciendo y su llama ya no atrae lo que antes giraba a su alrededor.

La pasión, ese fuego, es parte de lo que yo he tenido que aprender a convivir y a controlar, NO REPRIMIR, y como consecuencia de ese permiso a oxigenar ese fuego, empecé a notar que muchas cosas deseadas se iban acercando a mí. Algunas otras debía aprender a controlar la llama para que no se quemen. Encontrar el punto justo de calor para que no solo se atraiga sino que también explote en vida. Proyectos, personas, plantas, animales todo esta afectado por esa pasión, por ese fuego. De ahí la analogía con el Sol los planetas podrían ser proyectos, personas, animales cosas materiales, DESEOS, que una vez pensados alimentan esa llama dejándola emitir sus rayos hacia la superficie encontrando, tal vez, ese tan difícil equilibrio para no incendiarse y lograr esa temperatura ideal que logra, en el caso del Planeta Tierra, brotar a la Vida misma.

La Pasión desde mi aprendizaje es el fuego, la llama que hay que aprender a controlar para que en vez de producir daños produzca la dicha de la Vida. Cuando estamos con miedo esa llama se achica, el cuerpo se pone frío y nuestro poder de atracción se limita en el peor de los casos hasta quedarnos solos, ya que nada orbita a nuestro alrededor. Nada es atraído. La propia experiencia de sentir ese fuego es el que nos va indicando cual seria su punto justo para cada emprendimiento, cada experiencia. La acumulación de la misma por su represión es la que cuando ocurre una crisis explota como el volcán en erupción ocasionando los daños que a su alrededor deja.

Las emociones que normalmente uno suele reprimir como el odio, la bronca, la ira no son más que recursos para tapar lo que en general es tristeza. Tristeza por ejemplo, por la frustración de algo que no fue como lo deseado. En vez de llorar para apaciguar ese fuego interior, se reprime dicha emoción que se acumula alimentando el fuego que termina explotando al igual que un volcan en erupción, hiriéndose uno mismo y al otro.

El Infierno es fuego para todas las religiones, es el peor lugar en el que uno podría estar. El Miedo a quemarse en el infierno esta inculcado en nosotros desde la más temprana edad. Ese mismo miedo es el que no atemoriza de nuestro propio calor, nuestro propio fuego ya que inconcientemente toda sensación pasional en algún momento nos conecta con el Fuego. En vez de aprender a conocerlo y controlarlo, lo reprimimos y es ahí donde creo yo muere la llama de esa pasión.

Es común escuchar en las parejas que la pasión muere al pasar unos años. Lo mismo ocurre a veces con los proyectos en general, comienzan con mucha garra, energía, pasión, y van con el tiempo estancándose, apagándose. En mi experiencia, mas allá de que estoy de acuerdo con ese decir popular, y tomando como metáfora el convertirse en un Sol que irradia energía de atracción, calor, amor, he aprendido que se puede alimentar ese fuego cada vez mas. Pero eso es lo mas difícil porque en el intento uno quema y se quema hasta aprender a manejar el fuelle que alimenta la llama de la pasión.

El infierno es ese lugar en donde mandamos todas las emociones a las que de niño nos enseñan a reprimir. Desde mi óptica de vida el infierno es nuestro interior cuando va acumulando a través de esas represiones una cantidad de chispas, y llamaradas que nos convierten en una caldera sin válvula de presión que con el tiempo termina explotando dañando nuestro alrededor convirtiendo todo, irónicamente, en un verdadero infierno.

Mi consigna de vida es que debo ser como el Sol que da luz y calor, y como La Tierra, que se deja penetrar por sus rayos receptiva e incondicionalmente para que entre esas dos energías y posturas brote vida en, y a nuestro alrededor ;)

martes, 12 de octubre de 2010

La Resignación


Someterse, entregarse a la voluntad de alguien, parecería ser algo cotidiano en nuestro sistema de convivencia. Es algo así como aceptar que nada ni nada podrá cambiar algo que mínimamente nos molesta, incomoda o simplemente no estamos de acuerdo. Algo así como aceptar vivir molesto, incomodo y en desacuerdo. Complicado…

No encuentro una utilización de esta palabra que le de un sentido de vida, por el contrario pareciera mas cercana a la muerte, por lo menos del deseo de cambiar.

Lo más llamativo es que pasamos a justificar con vehemencia esa resignación con todo tipo de justificaciones, improvisadas algunas, y otras por que uno las escucho de chico y las repite cual loro. “Esto es así y nada podrá cambiarlo, desiste, bienvenido a la realidad”.

Por ejemplo, es común que artistas internacionales viajen por el mundo, actuando, dando mega recitales, entregando su Arte. Por ejemplo en Europa las entradas a estos se cobran en Euros, en mi país Argentina, se cobran en Pesos, pero al equivalente de esos mismos Euros. O sea, el artista no toma en consideración que hay ciertos países que no tienen el poder adquisitivo de otros. Entonces como vivimos en un mundo regido por la oferta y la demanda, cuando el producto escasea, se convierte en la panacea del capitalista. Puede cobrar el valor de entrada que le plazca ya que se garantiza su venta, porque sumado a la demanda esta el fanatismo, dos palabras que juntas significan mucho dinero.

Yo me pregunto donde esta la sensibilidad del artista, esa sensación que nos transmiten por ejemplo en sus músicas, letras, que nos hacen hasta llorar de emoción y mas sabiendo que están a escasos metros de nosotros entregando su Amor, su Carisma.
¿Porque no adaptar a cada país un valor de la entrada a la realidad del mismo, a pesar de llevarse en bruto menos Euros o Dólares? Dirían algunos, que eso no lo maneja el artista sino que sus representantes. Pero eso no es cierto, porque artistas que ya tiene un nombre ganado tiene también el poder de elegir a sus representantes y exigir que eso se cumpla. Salvo que el mismo también este resignado al sistema. Que bien podría ser.

Acá estaríamos ante una de las resignaciones mas comunes, la de aceptar que siempre el capitalista, el empresario, saldrá con la suya. Que cualquier movimiento, o decisión tomada para cambiar eso es perder el tiempo.

El pueblo tiene el poder en sus manos y no lo utiliza, se resigna a ello. Delega en sus líderes, políticos y religiosos. “Que sean ellos los que decidan, yo no tengo tiempo para pensar en esas cosas….” Cuando en realidad la solidaridad de un pueblo es capaz de derrocar gobiernos. Imaginemos un pueblo no resignado que ante las insensibles re-marcaciones de precios, y aumentos de servicios, dejan de consumir, comprar dichos productos. Automáticamente el precio de los mismos caería, por la misma ley de oferta y demanda. El precio de la nafta aumenta, y si nadie carga nafta se verán obligados a bajar el precio. Pero…. Resignados a que nada cambiara eso, todos compramos la nafta al precio vigente sin otra actitud más que el de la queja, que en nada se asemeja a la actitud del reclamo.


Desde el punto de vista religioso, ídem, nos resignamos a aceptar lo que el Cura, Pastor, Guía Espiritual, Avatar o quien sea que este con un libro bajo el brazo, tunica o simplemente hable con lindas palabras, sin cuestionar nada de lo planteado por ellos. Sin profundizar absolutamente nada, porque eso conllevaría tal vez a replantearse muchas cosas y se convertiría quizá en una movilización interna y externa incomoda. Así que mejor escuchar, aceptar sin cuestionar. He escuchado personas decir que un Pastor de una Iglesia dijo que una película era mala influencia para ver. Esta es una forma dictatorial de subestimar a sus seguidores, de que ellos no tienen la capacidad de elección y de pensamiento propio. El decide, y esto es así porque están resignados a tomar como verdad indiscutible lo que el mismo dice.


El rostro de la resignación es fácil de reconocer. Basta vernos las caras cotidianamente cuando salimos temprano a trabajar, y cuando regresamos a nuestros hogares. Sea en un tren, subte, o micro, caras resignadas. Tristes caras marcadas por la angustia de la resignación.

La rutina es también motivo de resignación. “Es la que nos toca vivir”. Resignamos hasta el Amor en la pareja. Muchas veces sabemos a través de nuestros sentimientos y sentidos que algo se perdió, cuando no murió dentro de la relación, pero seguimos adelante, tal vez por orgullo, tal vez por temor, y tal vez por resignarse porque es lo que se debe hacer. Lo correcto. Lo que alguien a quien delegamos poder nos dijo.

El escritor argentino Jorge Francisco Isidoro Luis Borges tenia una frase que era “Nos une el Espanto y no el Amor”. Yo creo que gran parte de ese pensamiento proviene de la Resignación. Estamos resignados a sufrir, nos convencen que el sufrimiento es el motor en esta vida. Budistas, Cristianos, Evangelistas, Judíos, Musulmanes, Ascetas y seguramente casi todas las religiones, ponen sumo hincapié en esto. “En esta vida se sufre”.Y si la afirmación es que en esta vida se sufre es porque dan por sentado de que hay otra vida en la que no se sufre, y como estamos todos resignados a aceptar lo dicho por quienes delegamos el poder de hacerlo, no nos cuestionamos nada que podría replantear ese dogma, premisa o receta incuestionable. La Tierra es una casa de alquiler de vacaciones, por eso no la cuidamos. Tal vez una limpieza rápida para que no se note la mugre, el polvo por debajo de la alfombra, pero nuestro verdadero hogar esta por venir. ¿Y si este es el único Hogar, el verdadero? ¿Que estamos esperando para llorar de alegría?

¿Qué pasaría si en realidad no existiera dicha “otra vida”? ¿Qué nos pasaría a los seres humanos si en vez de enseñarle a nuestros hijos desde pequeños a imaginar un mundo hermosos después de la muerte, les enseñamos a disfrutar de este, sin siquiera mencionarles una vida después de la muerte. Sin hablarles de Dios, Dioses, o Seres Superiores que nos observan desde algún lugar, nada de Paraísos Celestiales, nada de Ángeles Inmateriales. Tan solo seres humanos con el privilegio de saber que estamos vivos en un planeta, que tal vez hasta sea el único en todo el infinito del Universo con la dicha de la vida. La única piedrita microscópica que exploto en vida. Claro ese pensamiento asusta porque nos llena de una responsabilidad, y un agradecimiento eterno por la dicha de ser protagonistas de ese hecho milagroso. Hay que hacerse cargo de dicho pensamiento. Caramba si esto que digo fuera cierto entonces somos los responsables de profundizar para evolucionar este privilegio.

Yo lo he practicado en mí, y es increíble como se potencia todo. Como el paraíso se vuelve terrenal. Como las células se rejuvenecen y todo a nuestro alrededor se llena de luz y amor. Como nuestros hijos crecen como Soles, desparramando su luz, calor y rayos por doquier.

La resignación es una manera de detener la evolución misma. Es una manera de dejar que otros decidan por uno. Es no hacerse cargo de que somos libres y tenemos derecho a ser felices. Es una manera cruel de desvalorizarnos.

Yo tengo Fe en el Hombre, Fe en la Evolución de la Vida, aun estamos regidos por la Ley de la Selva, pero eso puede cambiar. De hecho el cambio nunca es eterno pero el cambiar si. Yo tengo Fe en todas las personas, Fe de que harán el gran esfuerzo de ser lo que son, de ser felices, de ser libres y de potenciar sus cinco sentidos y evolucionar sus mentes para que en 25.000 años mas de evolución la no resignación nos lleve a tener quizá a las alas que nos merecemos y que nos convertirán en Ángeles encarnados y no solo en una metáfora, o pensamiento lindo ;)

miércoles, 30 de junio de 2010

La Verdad y La Mentira Emocional


Considero a la “verdad emocional” como a aquello que uno siente como impulso inicial provocado por el estimulo de vivir, y a la mentira como el acto de reprimirlo, guardarlo o esconderlo del medio que nos rodea. Algo así como esconder parte de lo que somos ya que nuestros sentimientos son parte de nuestra integridad, por ende fabricados por nosotros mismos.

El porque de este mecanismo tan absurdo pero cotidiano es simplemente porque creo que el Miedo siempre pudo mas que el Amor. Por eso la tortura, el terrorismo, y la disciplina basada en la represión fueron y son los métodos mas utilizado para dominar las especies, incluso la nuestra.

Partiendo de la realidad histórica que tan solo tenemos 25.000 años desde que trepábamos árboles y vivíamos por instinto, no por conciencia, es entendible que bajo la “Ley de la Selva” y de la supervivencia, uno haya aprendido a esconderse. Primero físicamente de sus depredadores, y luego de sus propios pares quienes intentaban dominar a otros en beneficio propio, sea bajo la forma de la esclavitud o simplemente para juntarlos como rebaños y sacarles algún provecho.

Se educaba desde niños a temer, “si no haces eso me enojare”, “si no comes tu alimento, vendrá el cuco y te comerá”, y a la noche siempre se la asocio con la llegada de monstruos asesinos, comedores de gentes. Tal vez reminiscencias de nuestros depredadores de antaño.

El Miedo esta con nosotros desde el comienzo. Nacemos y ya de por si el parto no solo es doloroso para la madre quien también fue parida, sino que doloroso y terriblemente atemorizador para todos nosotros. De estar en la quietud del interior de un ser (aun ni siquiera sabemos eso), un mundo en donde nuestra mente y cuerpo se han adaptado y nuestros sentidos lo entienden como un lugar oscuro, tranquilo, sereno, y hasta tal vez muy lindo como para pensar en salir de allí. Diría yo un lugar lo más parecido al Amor como sensación física.

Pero llegado los 9 meses de gestación, comienzan las contracciones y las presiones. Imaginemos el pánico que nos invade, no entendemos que esta pasando pero lo sentimos. Ese sentimiento de Amor se va convirtiendo en uno de Terror. Y cuando salimos sea por parto natural (en el mejor de los casos) o vía Cesaria, nos tocan la piel, escuchamos voces, luces enceguecedora y gritos de dolor de la madre por mencionar solo algunas de las cosas atemorizadoras de este nuevo mundo.

Nos meten bajo una canilla para limpiarnos (a mi hija le hicieron eso), hisopos en las orejas, narinas y nos ponen el primer pañal. Creo yo que no existe pesadilla más horripilante que el parto para todos nosotros. Y lo más alarmante es que nadie nos dice, o hace entender, que vale la pena haber pasado por ese terror. Por el contrario, con el tiempo se nos trata de convencer de que la vida es un pasaje, duro, difícil y en el que debemos cargar con pesos de toda índole.

Lo mas parecido a la sensación de parto, es como si en este momento una nave espacial nos abduce, nos lleva a un mundo absolutamente distinto, con sensaciones horribles y nos meten cuanto aparato hay atosigando todos nuestros sentidos de golpe dejándonos allí para nunca mas regresar a ese otro mundo anterior (o interior) y de mucha paz. Tal vez algún extraterrestre nos dirá que si nos portamos bien, una vez fallecidos volveremos a esa paz. Y para aferrarnos a esa posibilidad llena de dudas, ponemos a La Fe en un mundo pos muerte, y es allí donde dejamos de percibir nuestro mundo nuevo y real, para vivir esperanzados a la espera de la Paz.

Que distinto seria si al llegar, nos hacen saber de que valió la pena cada dolor, cada sensación fea porque tenemos el privilegio de estar vivos y saber de ello porque tenemos la conciencia!

Entonces el Miedo es algo con lo que aprendemos a convivir desde el comienzo. Casi hasta afirmaría ser nuestra primer sensación emocional de estar vivos al salir del cuerpo de nuestra madre. Nuestra primera sensación al nacer es de Miedo. Y dependiendo de cómo nos reciban quedaremos marcados o no por ese dolor y terror.

El Miedo siempre presente, mucho más que el Amor. Nuestra sociedad vive en pánico, el “Ataque de Pánico” es la enfermedad de nuestros tiempos. Miedo a no llegar a fin de mes con el dinero, miedo a ser asaltado, miedo a ser asesinado, miedo a enfermarse, miedo a ser rechazado, miedo a la soledad, miedo a morir y ser condenado al infierno, miedo a la muerte, miedo a la vida.

Miedo a decir lo que uno siente.

Hemos dejado de registrar nuestros sentimientos. Si nos preguntan como nos sentimos la respuesta mas común suele ser: “Bien” o “Mal”, dos palabras que hablan mas desde un plano mental que emocional. Y hasta sintiéndonos “Mal” comúnmente contestamos “Bien” para que la otra persona no se sienta “Mal” con nuestra verdad.

Hace ya unos años vengo experimentando decir siempre la verdad de lo que siento y pienso, obviamente cual voto hipocrático tratando de “curar sin lastimar”. De esa manera si me preguntan contesto con mi verdad bajo ese voto. Si no me muestro como soy, pienso y siento, no le doy la posibilidad al otro de realmente conocerme y de esa manera poder, o no, elegirme.

A mi hija por elección mía preferí no mandarla a escuelas de niños comúnmente llamadas “Salitas” hasta que cumplió sus tres años, porque sabiendo de la importancia de esos primeros tres años en la vida de todo ser humano, periodo en el que se forja el carácter y se aprenden los valores humanos mas importantes, preferí quedarme lo mas que pude a su lado para transmitirle aquello que aprendí para estar mejor conmigo mismo. Entre esas enseñanzas, la eduque bajo la consigna de nunca mentirle, y es así que hasta el día de hoy jamás ni siquiera una mentira piadosa. No le inculque la idea de un Dios como lo conciben las religiones, sino como un concepto del Todo, que en este caso seria el Universo infinito y creador en el que estamos todos incluidos. Tampoco le hable sobre vidas después de la muerte o lugares donde se van los seres queridos que mueren. Le hice tomar conciencia del Paraíso Terreno en el que somos privilegiados de ser habitantes. Que la muerte es un misterio que solo se develara al momento de atravesar ese portal y que uno con la imaginación puede pensar infinidad de cosas que podrían ocurrir, como jugar a que existe un ratón Pérez que te deja dinero por cada diente, o un Papa Noel que trae regalos el 25 de Diciembre. Le enseño a contarme de sus sentimientos y ella aprendió a preguntar por los míos. Si algún día me percibe raro, ella me pregunta “¿qué te pasa papi?” y yo le contesto con la verdad, sea que estoy triste, molesto o cansado por algo. Ella se queda conforme porque sabe la verdad de lo que me pasa, y no la incertidumbre del no saber.

Cuando mi hija nació, luego de la rutina del parto en la que no dejo de llorar en pánico y la colocaron dentro de un moisés con su flamante pañal, me acerque a ella y le dije: “Hola hija, soy Alfred tu papa, bienvenida a la Tierra”, dejo de llorar al instante. Obviamente no por el significado de mis palabras, sino por la verdad del sentimiento que se trasmitía a través de mi voz que era reconocida por ella.

La verdad emocional, eso que sentimos nos esta pasando incluso en este preciso momento, es para mi lo mas cercano al Amor y lo mas distante al Miedo. Es un acto de Amor hacia uno mismo el aceptar lo que sentimos, porque es a través de nuestros sentimientos que vamos encontrando un “sentido” a nuestro breve pero maravilloso pasaje por esta vida. Cuando escondemos nuestro sentir conciente o inconscientemente corremos el riesgo de enfermarnos psíquica y/o físicamente.

jueves, 20 de mayo de 2010

Angeles



Para los religiosos en general los Ángeles son seres inmateriales que son como mensajeros de Dios. Viven al servicio de él y muchas de ellas creen que cada uno de nosotros tiene asignado un ángel de la guarda, o protector que esta para asistirnos.

Para la ciencia estos Ángeles de existir también serian materia ya que para la misma todo se compone de ella.

Me gusta la creencia de que son mensajeros de Dios. Desde mi punto de vista, Dios es el Universo con lo cual serian como los elegidos del Universo para asistir a otros Reinos creados por él, no por magia, sino por simple evolución. Tal vez lo mágico y milagroso sea la evolución misma.

La Tierra seria una parte del Universo, algo creado entonces por él, aunque sin haber tenido esa intención ya que la vida evoluciona casi hasta por simple inercia del movimiento una vez que este comenzó, dio su primer paso. ¿Quien creo ese movimiento ese primer paso? Ahí es donde todas las religiones defienden sus creencias basadas en especulaciones y lindos deseos de la existencia de un ser supremo que no fue creado por nada ni nadie, es el Supremo, ah… igual que el Universo ;0)

Conceptualmente entonces llamare a Dios a ese Universo en constante crecimiento y movimiento. La Tierra entonces es como una Mamá receptora de la vida misma. La alimenta y contiene a los tres Reinos que conocemos, El Reino Mineral, el Vegetal y el Animal.

Porque no pensar entonces que los Ángeles bien podrían ser la idea de un nuevo Reino o de uno mismo evolucionado, una imagen u objetivo de evolución que el hombre en sus años de pensar imagino como posible. El hombre que tiene como objetivo crear alas para poder volar y ser cada vez mas libre y adquirir cada vez más conocimiento. Conquistar a través de la consciencia nuevas fronteras, nuevos Reinos, no con el objetivo de dominar sino de solidarizar.

El Hombre que cuida de las piedras como si fueran plantas, a las plantas como si fueran animales, a los animales como si fueran humanos, y a los humanos como si fueran ANGELES.

Todos mensajeros de ese Dios que nadie sabe quien creo pero que si uno mira hacia la infinidad del cielo lo puede imaginar como todo lo contenido en él, el infinito mismo.

Me gusta tener como metáfora el pensar que tal vez en miles de años de evolucionar, de nuestros omoplatos evolucionaran alas. Porque como los pensamientos se terminan materializando, entonces esa metáfora de poder volar libre nos convertiría en Ángeles. Mensajeros de la buena dicha de vivir bajo las reglas del Universo, de Dios. Como el pez que un día se arrastro para afuera del mar y logro respirar fuera de él.

Personalmente cuando entendí esta manera de tratar a los Reinos, me fue fácil aplicarla a los reinos inferiores, al material y al vegetal, incluso tratar a mis animales como trataría a cualquier ser humano, con las distancias obvias del caso. Pero el tratar a la gente como Ángeles, me costaba. Sabía lo que eso significaba, pero tan solo podía ver a la persona. Pasaron los años y ya de adulto cuando fui padre, sin proponerme ninguna exigencia al respecto, un buen día me di cuenta que a mi hija la estaba tratando como a un Ángel. Y entonces entendí perfectamente la consigna. Los hijos nos dan la posibilidad de ver mas allá de nuestros limites. Son la evolución misma.

Creo que los mensajeros de Dios somos los Seres Humanos, somos los que sabemos que estamos vivos y eso nos hace privilegiados y a la vez responsables de ayudar a los otros reinos a evolucionar.

Nadie puede discutir hoy que cuando uno trata a una planta con cierta dedicación, incluso con amor, esa planta crece fuerte y sana. Lo mismo sabemos de los animales, cuanto más amor se les da mas parecería que solo les falta hablar. Se ha comprobado la reacción de los cristales de agua ante distintos estímulos emocionales. Yo ya puedo ver a las gentes como ángeles. No como algo abstracto que están por ahí volando aunque nadie los vea, sino que los veo en las personas mismas. Y entonces mi trato con ellas se modifica, se llena de amor, aun y a pesar de las diferencia que a veces son feas, terribles o temibles.

Yo creo que si empezamos a tratarnos como los mensajeros de Dios, como los verdaderos Ángeles, es posible que en miles de años de evolución, así como el pez salio del mar, el Ser Humano evolucionará y le crecerán alas, también los demás reinos habrán evolucionado, porque la responsabilidad de saber que uno esta vivo debería llenarnos de humildad, y de ganas de ayudar a que otros alcancen ese privilegio.

Entonces imaginemos, sintamos que somos seres alados, mensajeros de la dicha de estar vivos y convirtámonos en verdaderos reyes de este paraíso terrenal que indiscutiblemente tiene todo lo necesario para hacer de él El Edén. Abramos la alas ;0)

jueves, 13 de mayo de 2010

El Egoísmo


200.000 años tan solo desde que el primer primate percibe que esta vivo. Imaginemos a un orangután (animal que le sigue en evolución al ser humano) que se da cuenta que esta vivo y que puede disfrutar de los dones de esta tierra y cielo hermosísimos que lo rodean. En un mundo primitivo en donde la ley de la selva predominaba, esto era una ventaja enorme, y hasta un arma poderosísima, que fue convirtiéndose en una gran utilidad, para entre otras cosas, dominar a otras especies. 130.000 años del nacimiento del Homo Sapiens Moderno (Nosotros) ante los 4500 millones de años que se le calcula de vida al planeta Tierra, no son ni escasos segundos de la vida de cualquier ser. Estamos recién empezando a desarrollar y a evolucionar nuestro cerebro. Es lógico que solo utilicemos el 8 % del mismo, es que recién estamos desprendiendo del reino animal. Reino en donde solo se intenta sobrevivir un día más. El Animal se defiende el Hombre piensa.

Y si apenas soy un orangután que se da cuenta que esta vivo, es obvio que voy a querer vivir muchos años, los mas que pueda porque la felicidad de saber “estar vivo” es inmensa. Yo soy Yo, el mundo gira a mí alrededor, debo ser algo muy importante para darme cuenta de tantas cosas. Comienza mi práctica sobre mi Yo, mi ego-ismo. Pero ese mismo raciocinio, hace que un día me encuentre con algo que aparentemente marcaría un final a dicha dicha (valga la redundancia). Algo que hace que las flores se marchiten, la fruta se pudra, el pasto se ponga marrón, los ríos se sequen y que los animales duerman hasta derretirse sobre la tierra y ser absorbidos por ella, polvo al polvo. Algo que mi mente aun no puede comprender, algo en total oscuridad mental. Algo que al no tener una respuesta me asusta.

Mis compañeros pensantes, van disolviéndose, en la tierra, son como absorbidos por ella, no los veo más. Tengo sentimientos de tristeza, sentimientos que me angustian. Mi mente comienza a comprender que un día seré yo quien me desvanezca en la tierra y deje de ser el que soy. Entonces ya que no entiendo el porque, aunque sea le pongo un nombre y bautizo a ese proceso casi cíclico de todas las especies vivas “La Muerte”. El final del camino, el fin de la Luz. Entonces en vez de crecer a través de mis sentidos (los 5), disfrutando de mi conciencia que buscar sensaciones nuevas, dedico el día a pensar en la Muerte. Ya la vida es algo conocido, las respuestas son bastantes fáciles de encontrar, por ejemplo, la flor tiene aroma para atraer a la abeja que saca el néctar, colecta indirectamente polen y ayuda a esa planta a seguir procreando su especie en la Tierra. Pero, la Muerte….. Caramba, no hay ninguna respuesta real. Nadie regreso, la planta no volvió a crecer, el animal se disolvió hasta desaparecer, y mis compañeros pensantes jamás volvieron. Simplemente se descompusieron y fueron absorbidos por la Tierra. Los que quedamos queremos respuestas a esa pregunta existencial, estamos angustiados. Mientras el reino animal disfruta de la dicha de vivir sin cuestionamientos, nosotros los evolucionados mentalmente sufrimos la angustia de saber que algún día todo se termina. La conciencia de Fin, de Mortalidad.

Entonces recuerdo que a veces cuando duermo y descanso de noche sueño cosas bellas. Recuerdo a los que ya no están y los siento como presentes. Los jardines nunca dejan de crecer y la luz es calida y hermosa. No quiero despertar, cuantas veces nos ha pasado de querer volver a un sueño una vez que uno despierta.

Entonces mi mente inquieta, imagina que tal vez, cuando cerramos los ojos para no abrirlos nunca más y mezclarnos con la tierra, comienza un sueño eterno. Un sueño maravilloso, si es que uno ha vivido una vida buena, ya que este sueño depende de lo que la mente, la conciencia de cada uno forjo. Entonces la persona buena de corazón sueña con todos sus seres queridos, y todos esos lugares hermosos que supo disfrutar mientras sus ojos eran abiertos. Aquel que por el contrario utilizo su mente para dominar a otros, para conquistar, sembrar terror y miedo soñaría cosas horripilantes. Nada distinto a lo que nos pasa con nuestros propios sueños. Pero este es eterno, no nos despertamos y sigue por una eternidad.

Le cuento a mis pares esta idea, y los hace felices. Se tranquilizan, creen que es una posibilidad. La Muerte nos llega pero también el sueño eterno. Pero.... caemos en la trampa del Ego. Nuestras vidas se basan en ese pensamiento. Estamos acá por cuestiones que van más allá de nuestra comprensión y luego al morir comienza nuestra verdadera dicha, nuestra paz, nuestra inmortalidad. Nuestra verdadera vida rodeada de todo aquello que nos merecemos por haber vivido como vivimos. Y ese Egoísmo, casi lógico, pero primitivo por la corta edad que tenemos de uso y evolución mental, nos arranca del presente, dejamos de oler la flor, saborear los frutos, abrazar a nuestro compañero y disfrutar de ese único momento eterno que se llama el Presente. Y la palabra “Presente” que entre otras cosas también significa regalo, en este caso un regalo de la vida, de la evolución y que se llama “La conciencia” pasa a ser algo secundario. Nuestro miedo a la mortalidad nos lleva a creer en esta vida como en una pasajera, para luego entrar en el sueño eterno.

El Egoísmo nos lleva a creer en aquello que nos conviene. Cuanto mas preocupado por esa oscuridad de Muerte mas nos aferramos al pensamiento del sueño eterno. Parecería que nuestras vidas están ahora completas, porque tenemos la ilusión, la creencia de la eternidad. Nos morimos pero luego seguimos. Es genial eso, pero.... es solo un hermoso deseo que nos arranca del regalo del presente. Nos dan ganas de ir a ese lugar. Vivimos rápido, con ansiedad y deseos de estar con nuestros compañeros que se disolvieron.... El presente mismo es Eterno, nunca deja de ser Presente, regalo. Seguramente mi Ego no tolera que la misma se acabe, volviendo al polvo lo que del polvo surgió y que solo sea eso. La Vida después de la Muerte siempre será un pensamiento hermoso, una creencia tranquilizadora, o un gran misterio. La Vida, en cambio, siempre entrara por nuestros sentidos. Nos recordara que estamos vivos y que nuestra mente evoluciona a partir del misterio que nos lleva a preguntar y preguntar y preguntar…

viernes, 23 de abril de 2010

El Paraíso


Hoy mientras esperaba que mi hijita saliera de su Escuelita, me senté en un banco de la vereda para dedicarle un tiempito a mi cuello que estaba bastante entumecido por el stress cotidiano. Al llevar la cabeza hacia atrás observe unos pájaros muy grandes que volaban de a dos, y en círculos casi perfectos en un cielo impresionantemente celeste. No entiendo de aves pero me daban la sensación de que eran de rapiña, tipo aguiluchos o algo así.

Observaba como volaban mientras me masajeaba la nuca y esa imagen me fue fagocitando, atrapando, y relajándome al tiempo que mi mente empezaba a trabajar, juntando información a través de mis sentidos. Trate de imaginarme y sentir en mi piel las posibles sensaciones que tendrían estas aves volando ahí tan alto y planeando en esos círculos casi hipnóticos. Por un instante mi mente logro convertirme en una de ellas y sentí un escalofrío hermoso y vertiginoso en todo mi cuerpo.

Eso me llevo a sentir la belleza de este Mundo, mire al cielo celeste celestial sin ninguna nube, el vuelo circular de estas aves, las copas de los árboles que me rodeaban, hasta incluir los autos que circulaban y a las personas también. Yo estaba inmerso en este Mundo tan lleno de bellezas y también era protagonista a través de mis 5 sentidos. Sentí una alegría intensa y maravillosa que provoco lagrimas de mis ojos, me di cuenta que estaba en un Paraíso, o tal vez en EL PARAISO!

No pude más que sentirme un privilegiado de sentirme así. La mayoría de los Religiosos, están imaginando un lugar en donde todo será amor, en donde los árboles, los cielos, las gentes son luminosas y llenas de puro amor incondicional. Yo ya lo estaba viviendo ahí en ese banco, en una esquina cualquiera. ¿Quien no ha creado en su propia mente una postal de lo que imagina será el paraíso? ¿Cuantos pintores lo han plasmado en su arte?

¿Que diferencia con el Amor Incondicional del Árbol que nos da frutos para comer, oxígeno para respirar? ¿Que diferencia entre el Río que nos da agua para beber y peces para comer? ¿Que diferencia con el Ser Humano (mujer o varón) que tiene la posibilidad de saber que existe, que esta vivo, y emanar amor con el agradecimiento natural que nace de esa conciencia; la responsabilidad de enseñarlo y transmitirlo con su ejemplo, con ser lo que uno es, a todos los reinos de este Mundo, el Mineral, el Vegetal y el Animal?

La diferencia es que si este es el Paraíso (y tiene todo lo que se necesita para así bautizarlo), el goce esta ahora en el presente. Ahora podes sentir amor incondicional, ahora podes abrazarte a tus seres queridos, ahora podes estar bien, vivir, y ser feliz. En vez de vivir esperando ese lugar, vívelo ;0)