jueves, 20 de mayo de 2010

Angeles



Para los religiosos en general los Ángeles son seres inmateriales que son como mensajeros de Dios. Viven al servicio de él y muchas de ellas creen que cada uno de nosotros tiene asignado un ángel de la guarda, o protector que esta para asistirnos.

Para la ciencia estos Ángeles de existir también serian materia ya que para la misma todo se compone de ella.

Me gusta la creencia de que son mensajeros de Dios. Desde mi punto de vista, Dios es el Universo con lo cual serian como los elegidos del Universo para asistir a otros Reinos creados por él, no por magia, sino por simple evolución. Tal vez lo mágico y milagroso sea la evolución misma.

La Tierra seria una parte del Universo, algo creado entonces por él, aunque sin haber tenido esa intención ya que la vida evoluciona casi hasta por simple inercia del movimiento una vez que este comenzó, dio su primer paso. ¿Quien creo ese movimiento ese primer paso? Ahí es donde todas las religiones defienden sus creencias basadas en especulaciones y lindos deseos de la existencia de un ser supremo que no fue creado por nada ni nadie, es el Supremo, ah… igual que el Universo ;0)

Conceptualmente entonces llamare a Dios a ese Universo en constante crecimiento y movimiento. La Tierra entonces es como una Mamá receptora de la vida misma. La alimenta y contiene a los tres Reinos que conocemos, El Reino Mineral, el Vegetal y el Animal.

Porque no pensar entonces que los Ángeles bien podrían ser la idea de un nuevo Reino o de uno mismo evolucionado, una imagen u objetivo de evolución que el hombre en sus años de pensar imagino como posible. El hombre que tiene como objetivo crear alas para poder volar y ser cada vez mas libre y adquirir cada vez más conocimiento. Conquistar a través de la consciencia nuevas fronteras, nuevos Reinos, no con el objetivo de dominar sino de solidarizar.

El Hombre que cuida de las piedras como si fueran plantas, a las plantas como si fueran animales, a los animales como si fueran humanos, y a los humanos como si fueran ANGELES.

Todos mensajeros de ese Dios que nadie sabe quien creo pero que si uno mira hacia la infinidad del cielo lo puede imaginar como todo lo contenido en él, el infinito mismo.

Me gusta tener como metáfora el pensar que tal vez en miles de años de evolucionar, de nuestros omoplatos evolucionaran alas. Porque como los pensamientos se terminan materializando, entonces esa metáfora de poder volar libre nos convertiría en Ángeles. Mensajeros de la buena dicha de vivir bajo las reglas del Universo, de Dios. Como el pez que un día se arrastro para afuera del mar y logro respirar fuera de él.

Personalmente cuando entendí esta manera de tratar a los Reinos, me fue fácil aplicarla a los reinos inferiores, al material y al vegetal, incluso tratar a mis animales como trataría a cualquier ser humano, con las distancias obvias del caso. Pero el tratar a la gente como Ángeles, me costaba. Sabía lo que eso significaba, pero tan solo podía ver a la persona. Pasaron los años y ya de adulto cuando fui padre, sin proponerme ninguna exigencia al respecto, un buen día me di cuenta que a mi hija la estaba tratando como a un Ángel. Y entonces entendí perfectamente la consigna. Los hijos nos dan la posibilidad de ver mas allá de nuestros limites. Son la evolución misma.

Creo que los mensajeros de Dios somos los Seres Humanos, somos los que sabemos que estamos vivos y eso nos hace privilegiados y a la vez responsables de ayudar a los otros reinos a evolucionar.

Nadie puede discutir hoy que cuando uno trata a una planta con cierta dedicación, incluso con amor, esa planta crece fuerte y sana. Lo mismo sabemos de los animales, cuanto más amor se les da mas parecería que solo les falta hablar. Se ha comprobado la reacción de los cristales de agua ante distintos estímulos emocionales. Yo ya puedo ver a las gentes como ángeles. No como algo abstracto que están por ahí volando aunque nadie los vea, sino que los veo en las personas mismas. Y entonces mi trato con ellas se modifica, se llena de amor, aun y a pesar de las diferencia que a veces son feas, terribles o temibles.

Yo creo que si empezamos a tratarnos como los mensajeros de Dios, como los verdaderos Ángeles, es posible que en miles de años de evolución, así como el pez salio del mar, el Ser Humano evolucionará y le crecerán alas, también los demás reinos habrán evolucionado, porque la responsabilidad de saber que uno esta vivo debería llenarnos de humildad, y de ganas de ayudar a que otros alcancen ese privilegio.

Entonces imaginemos, sintamos que somos seres alados, mensajeros de la dicha de estar vivos y convirtámonos en verdaderos reyes de este paraíso terrenal que indiscutiblemente tiene todo lo necesario para hacer de él El Edén. Abramos la alas ;0)

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