Llevando esto a un plano más elevado nosotros podríamos ser distintas gamas de Colores, cada uno con su color individual, único y hasta irrepetible. Infinidad de colores, no solo nosotros sino todo el Universo. Visto de esta manera y partiendo de la creencia que Dios es el Todo (para mi el Universo Infinito y Expansivo), entonces el podría ser TODOS los colores juntos. Por un lado el Negro nos atrae y por el otro el Blanco nos rechaza. Y a la vez él es el Blanco y el Negro. En el negro se superponen todos los colores, y si refractamos la Luz blanca salen todos los colores.
Veo entonces a estos dos colores como dos fuerzas opuestas e iguales, una rechaza la otra atrae, pero ambos contienen de alguno forma todos los colores. Paradójicamente uno quiere llegar al Blanco, porque es el color que hemos elegimos para indicar Pureza, Sabiduría, Limpieza, Iluminación y tantas otras cualidades simpáticas e indiscutiblemente deseadas. Pero el Blanco nos rechaza, no nos quiere ahí, porque si fuera así dejaría de ser Blanco. Educados bajo reglas estrictas de los opuestos Negro o Blanco, Bueno o Mal, Lindo o Feo, ninguno quiere estar cerca del Negro porque este color representa, la Oscuridad, lo Desconocido, lo Terrible y el Miedo a lo que no se ve.
Nos queremos acercar al Blanco, pero este nos rechaza y nos empuja hacia el Negro que a la vez nos quiere absorber, pero al temerle escapamos nuevamente hacia el lado de la Claridad. Interferimos con el movimiento natural para evitar el Dolor (por citar solo uno).
Pero si nos dejamos llevar por este movimiento de Rechazo - Atracción, sin interferir o impedir su movimiento natural, nos vamos moviendo pendularmente, de un lado para el otro. Y cuanto mas nos acercamos al Blanco, mas sufrimos la fuerza de su rechazo y con ese envión nos elevamos para el otro lado, el Negro, que nos da temor y hacemos el intento de huir de él para nuevamente acercarnos a la Luz. Y entre uno y otro pasamos por infinidad de colores.
El péndulo oscila más fuerte, acercándose cada vez más a uno y a otro por simple movimiento de inercia. Y quizá en algún momento la inercia es tan fuerte que comenzamos a girar y a girar sin importar la dirección ya que ambos Blanco y Negro son dos caras de la misma moneda “Colores”. Entre los dos crean esas fuerzas de atracción y rechazo para que uno oscile y en esa oscilación crezca, porque cada vez que nos acercamos al lado oscuro y sufrimos los efectos de esa causa, luego con esa misma intencidad oscilamos hacia el otro y somos recompensados con algún goce de mayor intensidad que la anterior. El péndulo cada vez se eleva más acercándonos a ambos extremos y ampliando nuestro conocimiento a través de nuestra propia experiencia de vida.
Pasando en limpio este pensamiento, podemos ver nuestras vidas como una paleta de colores, cada color una experiencia de vida que nos nutre y nos alimenta la conciencia.
Que para que eso suceda existen dos fuerza necesarias para producir ese movimiento. Si el temor a la oscuridad es muy grande entonces buscaremos la forma de detener el movimiento para evitar esas experiencias, ahí entrarían los “beneficios” de las drogas o de una educación limitada al control. Quedaríamos tildados en un movimiento fijo y controlado evitando entrar en los umbrales siquiera de lo Negro, pero eso traería como consecuencia también frenar el movimiento oscilatorio hacia el lado de la Luz. Limitaríamos también ese conocimiento.
Si tomamos las experiencias de vida como aprendizajes para la ampliación de nuestra conciencia, y por ende la evolución de la raza Humana, entonces el dejarse oscilar para el lado que nos toque es una manera de experimentar la vida, fortalecerse y de crecer . El movimiento esta en nuestras manos ;0)
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